Hoy de una forma casual, ví un video en que bailaban y cantaban la Mazurca de las Sombrillas de la zarzuela Luisa Fernanda. Cuantos recuerdos me llegaron!!!.

     A mi padre que tenía bonita voz, era muy entonado y le gustaba cantar, le encantaba la zarzuela; así es que en cuanto llegaba una compañía y montaba su época de zarzuelas, no faltábamos a ninguna. Tuvimos la suerte de disfrutar, plenamente, de la voz de Pepita Embíl, la mamá de Plácido Domingo. Ibamos a un teatro, en el centro -hoy Centro Histórico- pero no logro recordar con precisión en qué lugar. Me viene nada más el nombre de la calle de República del Salvador, más no sé si estoy en lo correcto. Estoy hablando de haber vivido esto en los años de 1945, 1946. Me casé en el año de 1947 y las idas al teatro se espaciaron pero seguían vigentes. El recuerdo de algo que viví, que hoy me hace reír, pero en su momento me llenó de gran vergúenza fué en 1950 y estaba embarazada, esperando a mi primer bebé -que fué hija-. Fué el 17 de Junio. Teníamos ya compradas las entradas para la función de la noche, pues era ya la temporada de las zarzuelas (nunca me pude acordar cual íbamos a ver). LLegamos mis padres, mi marido y yo, muy a tiempo y muy arreglados, pues así se acostumbraba en ese entonces, a nuestros lugares que quedaban en el centro de la fila. Se apagaron las luces, empezó la función y a mí me empezaron las primeras contracciones del trabajo de parto, adelantándose pues hasta la siguiente semana tenía cita con el doctor. Empezaron los cuchicheos entre nosotros y no quedó otra más que pararnos y hacer parar y salir a las personas que estaban en los asientos antes del pasillo para que yo pudiera pasar. Imagínense la escena. Todo un show!!. Recuerdo miradas y sonrisitas de comprensión y conmiseración y a mí me hubiera gustado esfumarme, cosa un poco difícil!!. Mi hija nació al día siguiente, el 18 de Junio. Así puede la música hacer vivir y revivir, tan clara y sentidamente, estos tan pequeños pero tan grandes momentos de nuestra vida.