Que no se me olvide....
Hace mucho tiempo que no lo hago, y esa es la razón por la que escribo este post. Tal parece que he hecho de los domingos el día en el que todo lo que no pude hacer el resto de la semana (días y sus noches correspondientes) se debe resolver, hacer y solucionar.
Soy más calvinista de lo que yo misma asumo: tal parece que lo único que me doy permiso de hacer es trabajar y acabar con mi interminable de lista de "deberes" y "haceres". ¿La verdad? Ya estoy cansada. Posiblemente es hora de empezar a decir "no" a más cosas (y eso que a muchos proyectos y propuestas ya respondo esto) y a poner en mi agenda (por supuesto, sin agenda no camino) tiempo libre, tiempo de relajación y tiempo para ser y no hacer. No quiero que en mi lápida diga: "Qué bárbaro, cómo trabajó, y trabajó, y trabajó....".
Aquí acaba mi reflexión dominical.
A disfrutar y si me cuentan que hacen ustedes el domingo, me va a encantar saberlo. Quiero aprender de las personas que SI le dedican a este día lo que corresponde. De antemano, gracias por sus respuestas.
Claudia
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