Hay una definición que me gusta mucho sobre Internet y es la que suelo utilizar para las charlas de violencia digital: internet es una esfera privada con consecuencias públicas escrita por José Flores y Antonio Martínez para el capítulo En Defensa del Anonimato en el libro Internet en México en el 2016.

¿Por qué traigo esa frase el día de hoy?

El fin de semana las redes sociales y chats políticos, feministas y de estudiantes estallaron por una publicación que escribió un profesor y colaborador en de un medio en Aguascalientes. La captura no la voy a compartir pero se las describo.
La publicación dice:

Y luego se indignan de que les digan feminazis... (adjunta una foto de la “quema” de palacio nacional)

Pero no fue la única publicación, durante todo un día usó su muro de Facebook para explicar las olas del feminismo, los problemas del feminismo y una explicación de por qué lo feminazi y el nazismo es lo mismo a partir de su uso de la lógica amigo- enemigo.

Redes sociales públicas vs privadas

Ahora bien es aquí cuando tenemos el conflicto, si la red social es personal es decir es la cuenta que se utiliza para sus publicaciones qué importancia tiene o qué efecto tendría. La persona en cuestión que hizo la publicación es maestro en la Universidad Autónoma de Aguascalientes y comentarista en una estación local de radio, sus opiniones tiene efecto en la formación de profesionistas y sus opiniones en la sociedad o al menos el público cautivo de la estación. Si bien no necesitamos que todas las personas sean aliadas si es importante que las y los profesionistas estén a favor de los derechos humanos, el respeto a todo movimiento social y no difunda mensajes de odio que a estas alturas de la vida no necesitamos.

Recuerdan la frase con la que iniciaba el texto, internet tiene efectos públicos. Pero además algo muy importante hasta que momento hablamos de libertad de expresión y una utilizada a partir de los medios digitales que se viralizan y alcanzan en cuestión de segundos un impacto.

Vamos por partes.

Si bien las redes sociales son espacios privados se vuelven públicos en cuanto damos “aceptar” dejan de ser reflexiones personales con nuestra conciencia que compartimos con todas las personas que seguimos/nos siguen y si al publicarla se deja en modo público (sí con el icono de la tierra o del mundo) las intenciones son más que obvias (es decir cualquier persona sea o no mi amiga en la red social podrá leerme). Es una publicación que podrá ser compartida, distribuida por toda la red.

Dicha publicación era pública y claro que tuvo un alcance. Y quería tener un alcance.

¿Libertad de expresión?

Ahora bien en que momento una opinión deja de ser libertad de expresión, la libertad de expresión no puede ser usada para justificar manifestaciones que tengan como objeto o resultado discriminar y exacerbar el rechazo a alguna persona o grupo, ya que este derecho tiene como norte la creación de condiciones para la existencia de una sociedad democrática y plural.

La libertad de expresión tiene como restricciones el respeto a los derechos humanos y los discursos que promueven el odio, la hostilidad e incitan la violencia en contra de un grupo social, cuestión establecida en el artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos y el artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

¿En qué momento viola la libertad de expresión?, al usar el término peyorativo “feminazi” con el que se ha denostado, ofendido, agredido verbalmente a las mujeres que se identifican como feministas, este es una adaptación del término nazis para decir que de hecho como él mismo lo dijo aplicamos una ideología “amigo-enemigo” pero las acciones de ambos movimientos, causas y banderas son totalmente contrarias, además el nazismo tiene todo un trasfondo de violencia a un grupo social especifico de genocidio que en el feminismo no practicamos (si alguien conoce un campo de concentración de hombres avise).
Utilizar expresiones como “feminazi”, en un contexto de violencia de género y de persecución de activistas y defensoras como en el que vivimos, se traduce claramente en un discurso de odio en contra del movimiento feminista, teniendo como consecuencia la incitación al rechazo social ante el mismo y la discriminación a quienes le integran.

Ahora van a decir que no aguantamos nada, pero una cosa es la libertad de expresión y otra muy distinta el utilizar un término con una carga histórica, social y cultural de violencia a un grupo que ya vive violencia por el simple hecho de ser –mujer-
Para leer
Define Feminazi RAE
#FeministasNoFeminazis
Esas ganas de etiquetar, 3er parte: Feminazi

¿Es un mensaje de odio?, ¡claro!

Deben ser las instancias universitarias o la institución, medio de comunicación al que pertenezcan quienes hagan algo al respecto porque las publicaciones terminan siendo un ejemplo de lo que piensan y toleran.
Una disculpa pública no basta, es necesario que se tome con seriedad el tema y se realicen acciones que permitan pensar en una universidad sin violencia en las aulas.

También sé que dicha persona y otros hombres seguirán creyendo que las mujeres específicamente las feministas somos unas argüenderas, que a base de caprichos hemos alcanzado derechos de más, seguirán indignados y que merecemos toda esa violencia por la forma en la que nos manifestamos.
Tal vez algún día entiendan lo que ha significado para las mujeres luchar por nuestros derechos.

Tal vez algún día entiendan que en lugar de agredirnos con mensajes o discursos de odio deberían dedicar ese tiempo para replantearse su masculinidad y como ser hombre en un mundo que requiere un sana convivencia entre todas y todos.