Sal al bosque, sal enseguida. Si no sales al bosque, jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.

Sal al bosque, 

sal enseguida. 

Sal al bosque, 

sal enseguida...

-Clarissa Pinkola Estés 

El desierto es quizá uno de los arquetipos más poderosos de la naturaleza. La Diosa del desierto es capaz de generar muerte, sequía, pudrefacción, y a la vez, se convierte en un campo fértil de todo tipo de vegetación y fauna. 

Mi travesía por el desierto ha marcado mi camino hacia la transformación; soledad, resistencia, fuerza, adaptación, amor, paz, obscuridad y miedo.

Emprender mi camino hacia la transformación ha sido una de las decisiones fundamentales en mi vida. Cuando nos atrevemos a salir, a dar el siguiente paso, a saltar... No hay nada que nos detenga, no hay poder que nos impida llegar hacia nosotras mismas. Aquí, en el desierto me he encontrado con las flores más bellas; las que crecen en condiciones de sequías prolongadas. Esas somos las mujeres que decidimos salir a tomar nuestras propias vidas pese a todo y a todos. Cada día es una conquista hacia la libertad que nos impulsa al camino de la igualdad y la equidad. 

Los pozos cristalinos, los descansos, la sombra... Son vitales para subsistir en el viaje, sin estos elementos nuestro camino se hace tortuoso y sin esperanza. El amor siempre será un pozo de aguas cristalinas que nos reconforte aún cuando hayamos perdido toda la vitalidad para continuar. 

¿Qué me hace seguir mi propio camino? La certreza de que no existe un final, de que no existe un solo camino y de que pase lo que pase, el universo infinito, la Diosa Madre nos sostiene en cada paso, a cada instante.En el desierto he encontrado también las lunas y atardeceres más bellos, porque aquí todo es un cuadro de vida que se pinta en el lienzo del cielo transparente. Cada detalle es más visible en la inmensidad del azúl que cobija a la humanidad. 

Doy gracias a las mujeres del desierto por enseñarme a caminar sobre las arenas del pasado, del dolor, de la muerte y dar paso firme hacia el presente, el amor y la felicidad. 

-Ixmucané