Ahí nos quedamos el tiempo que a cada uno le lleve, y entonces empieza una depuración total, aun con dolor, pero la claridad avanza en nuestra vida, de a poco el dolor nos muestra lo que hay que sanar, lo que debemos modificar, nos muestra, que podemos volver a armar nuestro propio camino, el que nosotros querramos.
La vida te detiene para que recuerdes, valores, re conectes, sientas y resientas, emociones, situaciones, momentos, acciones olvidadas. Esas que te hicieron persona, que construyeron dentro tuyo tu parte humana.
Esa devastación fue lo que dijo basta, frená, pará, mirá, respirá, sentí, saná, crecé, y continúa.

Nada viene para detenerte, solo te “re coloca” transitoriamente, porque tenes que volver a casa, adentro, a ser fiel a vos, a tu amor propio.
Claro que hay situaciones y cada uno las vive a su manera. Como siempre digo, yo he tenido dos “Ave Fenix” en mi vida. El primero lo conté en mi libro DESPIERTA. Como resumen, contarte que mi primer Ave Fénix se gestó cuando mi gemela peleaba diariamente por vivir o destruirse. El segundo, ya más grande, cuando decidí separarme (que no es solo una decisión, es decir BASTA a una devastación interna en la que había decidido permanecer un rato más) y meses después falleció mí mejor amiga de cáncer (con una hija a cuestas).

Podes reconocer situaciones o emociones que te hayan puesto en pausa, y luego, a tu momento, comenzar a ver la transformación de ellas?.

Celina Cocimano, terapeuta y Coach Emocional @cecocimano

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