Son las 2 de la mañana del miércoles 9 de Marzo de 2016, si usted es mujer y está leyendo esta columna, es que es usted de las mujeres que sobrevivimos un día más a las omisiones y complicidades del Estado que, a pesar de realizar eventos donde se conmemora el día de las mujeres, no ha podido garantizarnos el principio básico de mantenernos vivas. Para que tenga usted una idea del peligro que corremos (usted y yo), cada día, son asesinadas por motivos de género 7 mujeres en este país. (y me parece que la cifra se queda corta)

¿y qué tal la manía esa que tiene la gente de andarnos felicitando por el día Internacional de las Mujeres? Leí ayer una comparativa que me parece fabulosa y decía más o menos así: “felicitar a las mujeres por el día de la mujer, es como felicitar a los (y las) estudiantes por el 2 de Octubre” ¡Pocas cosas tan coherentes he podido leer los últimos días! En resumen, en 1975 la ONU declaró el 8 de Marzo como el día Internacional de las Mujeres, para que conmemoráramos la lucha de las mujeres por una igualdad de derechos, sobre todo de aquellas 123 que perdieron la vida en una fábrica en New York, cuando se negaron a abandonar la fábrica textil donde estaban protestando y murieron calcinadas.

Dejando claro ese punto, espero que al próximo año, le echemos una segunda pensada al asunto de querer publicar felicitaciones por esta fecha y sobre todo, esos mensajes estereotipados que lo único que hacen, es seguir abonando a esas “cualidades” que culturalmente la sociedad nos ha asignado por el simple hecho de tener una vagina en vez de un pene. Ya saben, esos mensajes llenos de “mujer fuerte cuando lucha, sacrificada cuando ama y cabrona cuando se debe” y de ese tipo de calificativos que no abonan absolutamente nada a la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Ya saben que soy utópica y necia, así que en vez de eventos donde en la mayoría de los casos, se refuerzan estereotipos y se les va (en el menos peor de los casos) en discursos llenos de promesas y vacíos de intención, lo ideal sería ver acciones contundentes que abonaran al empoderamiento de las mujeres y acortaran las brechas de desigualdad en todas las esferas en que ésta sigue permaneciendo de una forma brutalmente naturalizada. ¿a qué me refiero cuando hablo de acciones concretas? Miren, la cosa no es tan difícil, es sólo falta de interés y de voluntad política.

La semana pasada, estuve en el Foro de Consulta con las Organizaciones de la Sociedad Civil en preparación del IX informe de México en cumplimiento de la CEDAW, que es la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y a pesar de que pareciera que los y las funcionarias invitadas acudieron a dar un informe y creo que la dinámica no fue la más afortunada, a las organizaciones presentes nos sirvió para darnos cuenta de la larga lista de pendientes que aún tiene el Estado Mexicano y entonces me pregunto ¿no sería mucho mejor que en vez de eventos en teatros hermosos y muchos aplausos, cada 8 de marzo se anunciara el cumplimiento de las recomendaciones que México ha recibido por el comité CEDAW?

No necesito decir que en estos últimos días los y las potosinas hemos atestiguado un Feminicidio más que nos llena de indignación e impotencia. ¿Porqué si tenemos todo un marco legal pareciera ser que en vez de erradicar la violencia hacia las mujeres y las niñas en este estado, se ha ido incrementando? Pareciera que quien tiene que hacer cumplir la ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, no está haciendo su trabajo, ya que, no se ha cumplido (por ejemplo) con la Observación 16, inciso a que habla de la prioridad de la plena aplicación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que faculta en el programa para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres, a la activación del Banco Nacional de Datos e Información sobre casos de Violencia contra las Mujeres en el Estado, o como dice en la misma recomendación pero en el inciso b, que se debe simplificar los procesos y mejorar la coordinación para fortalecer las capacidades en el plano estatal y así pueda ser eficiente la urgencia en PREVENIR, atender, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres (pongo en mayúsculas prevenir, porque pareciera que es lo que menos se está logrando hacer)

Y me podría poner a nombrar todas y cada una de las recomendaciones que faltan por cumplir, pero es claro que en San Luis Potosí estamos viviendo una situación de emergencia en cuanto a la violencia hacia las mujeres y ojalá las autoridades, aparte de esperar la declaratoria (o no) de la alerta de género, implementara las acciones que por ley le obliga a través del SEPASEV en vez de estar viendo como intimidan y descalifican a las activistas que señalamos las omisiones de su parte.

No merecemos las potosinas otro evento conmemorativo del 8 de marzo mientras afuera, en la vida real, nos siguen matando, queremos acciones y urgimos al Gobierno Estatal una real política pública integral con perspectiva de género que nos garantice por fin, una vida digna y libre de violencia.