Siempre me he considerado una persona muy puntual. Siempre he creído que la puntualidad es un tema de respeto al tiempo de los demás y de considerar siempre a al que te rodea en lugar de sólo pensar sólo en mi.
Por lo mismo dentro de los temas de etiqueta y protocolo en los negocios para influir en una excelente presencia ejecutiva, sugiero que deben ser puntuales si quieren causar una buena impresión.
En el extranjero cuando hacen sugerencias en temas culturales en otros países, veo como siempre ponen que en México el tema de la puntualidad es sensible y que la gente no se ofenda si las juntas no empiezan a tiempo.
No me gusta leer eso por que quisiera decir que en México somos muy profesionales y le damos mucha importancia en los negocios a la puntualidad, sin embargo sería poco verás si me pongo a discutir este tema.
Aún cuando los mercados financieros abren a tiempo, las escuelas cierran las puertas si no llegas a la hora estipulada y no puedes entrar, las tiendas abren en sus horarios (bueno las más establecidas), sabemos perfectamente que los eventos en los negocios no necesariamente empiezan a tiempo.
Ahora resulta que llegar un poco antes con el fin de no llegar tarde, está mal visto. Inclusive en los eventos sociales, la gente te cita antes para que planees mentalmente tus actividades y llegues por lo menos una hora después, si te fue bien. Últimamente es un tema con mi marido que si vamos a ir a un lugar, tratamos de no ser tan puntuales por que entonces somos los primeros y los únicos hasta que pasando un buen lapso de tiempo empieza a llegar la demás gente.
Esto es contradictorio si tu eres el organizador y no estás listo cuando llega tu invitado, relacionado a la etiqueta, le demuestra falta de interés a la persona que invitó si no tiene todo en orden, y ahora se ve que el que está mal es el que llegó puntual. Cuando mis hijos hicieron su primera comunión, en las invitaciones puse la hora que era la ceremonia religiosa, una invitada que no llegó a tiempo me reclamó por que no adelanté el horario por escrito para que pudieran llegar puntuales.
Hace unas semanas, me invitaron a participar ofreciendo un taller y una conferencia, cuando llegó la hora de empezar, me pidieron esperar para que pudiera llegar mas gente y valiera la pena que escucharan desde el principio. Se empezó a complicar por que entonces la gente que sí fue puntual, tenía programado su tiempo y se tenía que ir para atender sus otros compromisos.
Como organizadores, quieres que todos los que van tengan el beneficio, sin embargo, el que llega a tiempo, siente que fue mal planeado por que ellos planean sus agendas de manera que si no tomas este detalle en consideración , se sienten desatendidos.
¿Cuál será la verdadera razón por la que no llegamos puntuales a los lugares, a los eventos o las juntas de trabajo? Es en realidad cultural o es una falta de atención hacia el tiempo de otros. Me encantará saber qué opinas y tus comentarios sobre este tema, qué es mejor, ser puntual o llegar atrasado.
Foto: ID 4394725 © Michael Brown | Dreamstime.com
Ale Marroquín es fundadora y directora de Imagen y Protocolo de Negocios especialista en personal branding. Se dedica a reinventar y posicionar la marca personal de profesionales, ejecutivos de alto nivel, emprendedores que quieren acelerar su potencial a través de su presencia ejecutiva. Ella está certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen como CIP (Certified Image Professional).
Acelerando el potencial de las personas.
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