Largas colas de autos en las autopistas… miles de personas huyendo de lo que vendría a ser el tercer más fuerte huracán de los EE.UU. Recuerdo muy bien las escenas de la televisión antes, durante y después de Katrina, que dejó a Nueva Orleans en total estado de calamidad pública en el año 2005.
Me acordé de Katrina al leer las recientes historias de inundaciones derivadas de huracanes y fuertes lluvias en México, asi como otros lugares del mundo. Estas noticias nos hacen pensar, como afirman algunos estudios, que la salud mental y física de las personas de esas regiones pueden ser afectadas.
No obstante, hay historias de personas en las que la transformación del pensamiento les ha permitido salir victoriosos. Esos ejemplos pueden cambiar nuestra perspectiva y traernos esperanza.
Mi amiga Cindy estuvo varios días como voluntaria en un abrigo para 2,000 víctimas del huracán Katrina. Durante sus días allá, ayudó a personas a encontrar paz interior, confianza y esperanza. Para ella, tres ideas fueron fundamentales:
1. “El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana”, de la metafísica Mary Baker Eddy,
2. La reconstrucción comprobó ser algo posible y positivo en la historia de la humanidad.
3. Todos merecen tener una morada: nada puede quitarle ese derecho al ser humano.
En los días que mi amiga estuvo en ese abrigo, pudo hablar con mucha gente, ver la transformación de sus pensamientos y la resolución de sus problemas: algunos pudieron volver a trabajar; otros encontraron una casa o departamento para vivir; otros dejaron la cólera y el desaliento encontrando paz interior y esperanza.
Historias así seguramente hallamos en varias partes.
María, otra amiga de Puerto Rico, hace unos años tuvo que enfrentar un serio problema: Los pozos de agua de la región se estaban secando y el gobierno daba agua sólo cada 36 horas. Uno tenía que llenar sus litros en camiones que se iban a ciertas partes de la ciudad.
Para ella y otras personas esa situación fue muy complicada. Mi amiga tiene un salón de belleza, y el agua es extremamente necesaria para sus actividades. Sin embargo, había aprendido a enfrentar las dificultades bajo otra perspectiva, no como un castigo, sino como una oportunidad para aprender y crecer interiormente.
Un día, cuando tenía muy pocos litros de agua en el trabajo, sus funcionarias le preguntaron que iba a hacer. María entonces pensó que no tenía que determinar cuál sería la solución, pero sí podía confiar en el Amor divino para responder a esa necesidad tanto de ella como de los demás. Al día siguiente, un camión de agua vino justo delante de su negocio y pudo recoger varios litros de agua que necesitaba. Cuando preguntó por qué el camión estaba allí aquel día, le contestaron que era porque les había llegado la noticia de que en el barrio varias personas no podían ir lejos a recoger el agua. Así es que muchos se beneficiaron con eso.
Sea en el norte, en el sur o en la capital, ese mismo Amor divino puede traer tranquilidad, paz y esperanza a las personas para que cada una encuentre soluciones a sus problemas, mantenga su salud mental equilibrada y su salud física perfecta.
Leide Lessa es Maestra de la Ciencia Cristiana y escribe sobre salud bajo una perspectiva espiritual.
Contacto en México: mexico@compub.org
@LeideLessa
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