Hoy, 8 de marzo, levantamos la voz porque la igualdad sigue siendo una deuda pendiente. No es un día de celebración, sino de memoria, lucha, compromiso y acción. No queremos felicitaciones, queremos derechos. No buscamos flores, exigimos justicia.

El contexto que estamos viviendo nos exige más que nunca sororidad, redes que nos sostengan y espacios donde se escuche nuestra voz. Porque sabemos que cuando intentan borrarnos, resistimos. Cuando quieren silenciarnos, escribimos. Cuando nos quieren hacer invisibles, usamos nuestra voz. Cuando nos niegan oportunidades, las creamos.

Desde Mujeres Construyendo seguimos convencidas de que cada palabra que compartimos, cada vínculo que fortalecemos y cada paso que damos es una forma de cambiar el mundo. Porque la historia no se transforma con la pasividad, sino con la acción decidida de quienes saben que un futuro justo y equitativo no se pide, se construye.

Sigamos haciéndonos visibles. Sigamos escribiendo nuestra historia. Sigamos construyendo juntas.

Con sororidad y compromiso,

Mujeres Construyendo