Esperar a que el tiempo acomode las cosas, a que las manecillas corran mas rápido o se detengan para dar paso a aquello con lo que se sueña, a eso que mantiene viva una esperanza, al alimento de una ilusión famélica.
Aguardar por otro te quiero susurrado al oído, al abrazo enredado que guarda todas las palabras que no se dicen por prudencia o por miedo a retenerlas en el alma y que al final pesen como el final malo de una novela.
Confiar en el paso del tiempo y la llegada mágica de respuestas, de certezas, de confianzas en abrazos y promesas reales, en momentos completos y redondos, en historias sin puntos finales, llenas de comas y páginas sin escribir.
Soñar con esperanzas vivas, reales y próximas, saber que el algún momento no habrá novelas de suspenso, ni ficción, ni de amores épicos e imposibles, contar con la seguridad de que las letras que se escriben al calor de un amor breve pero intenso se vuelvan finalmennte palpables y bailarinas en torno a una realidad pública y llena de sol.
Terminar con esa búsqueda incansable casi lastimera de esa poesía escrita solo para uno, sin miedo al abandono, a la mentira, a las caídas probables y fulminantes.
Querer creer en que el pasado no haga el amor con el presente y engedre un futuro enfermo y sin esperanzas, pensar y soñar con ser la dueña de los primeros pensamientos matutinos y la propietaria única de abrazos nocturnos.
Pretender que la soledad celosamente guardada sea meramente momentánea para dar paso a los caminos libres y sin zapatos llenos de ilusiones ópticas y andares tortuosos sin destino conocido.
Dejar de tener miedo a caer y tener otra muerte sentimental, exigir ser el hogar y no solo el paso fronterizo,no ser el oasis en el desierto de la monotonia y el agua que calma la sed mientras se llega a la fuente cotidiana.
Este es el día se sólo querer esperar, esperando no esperar demasiado
http://mariangel-elovario.blogspot.mx/
@miss__ovarios
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