Éste frágil  corazón

       que va creciendo día a día

       con la alegría de tenerte.

 

       Llama a la puerta de la dicha

       de saberte sólo mío,

       comiendo del pan que te sustenta.

 

       Ésta alma pura que llegó a mí

       despertando lo que creía muerto,

       lleno  mi casa de inocencia y desechó toda mi tristeza.

 

       Ése niño que todo lo pregunta y lo descubre

       ése niño tan travieso que desborda simpatía,

       ése niño... hoy es hombre...y eres tú.

                                                       María  Victoria  Campos  Pérez

Vistas: 74

Comentario

¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!

Únete a Mujeres Construyendo

Contacto

info@mujeresconstruyendo.com

Miembros

¡Sigamos conversando en nuestras redes sociales!

 



© 2024   Creada por Mujeres Construyendo.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Política de privacidad  |  Términos de servicio