“Camina como si estuvieras partiendo plaza”  Es una de mis recomendaciones a otros para que puedan crear una impecable primera impresión inclusive desde que se bajan al coche o caminan por la recepción del lugar al que llegan.

Reflexiona cuántas veces te ha pasado que viste a alguien que te llamó la atención por su forma de vestir, de caminar o por su postura y que luego lo vuelves a ver en el piso al que vas a visitar a alguien.

O piensa cuántas veces te han dicho que te conocen y que tú no puedes recordar a esa persona por que no dejó una impresión real en ti.  Aún cuando aquí en ocasiones tiene que ver con la atención que le pones a las cosas, si a ti es quien te interesa dejar una primera impresión permanente, entonces es tu responsabilidad lograrlo.

La primera impresión, tal y cómo lo menciona el libro de Blink de Malcolm Gladwell, en un abrir y cerrar de ojos, te formas criterios e impresiones de algo o de alguien.  Toma tan solo 2 segundos para observar a alguien y hacer juicios de valor de quién es, qué hace, si puedes confiar en él o no, y aunque es injusto es real.  El tiempo que toma para impresionar en la segunda oportunidad, puede ser demasiado y costoso.

Así que por qué mejor no crear una impecable primera impresión a través de tu apariencia, comportamiento y comunicación.  Te sugiero lo siguiente para lograrlo:

Apariencia:  Siempre dedica tiempo a cómo vistes para la ocasión a la que vas a asistir, tu peinado, tu maquillaje, tus zapatos boleados, tu barba.  Reflejar que te importa la persona con la que vas, que pones cuidado a esos detalles que demuestran que pondrás detalles a todo lo demás.  Muchas pero muchas personas suelen comentar, “Es que no sabía que iba a ver clientes”, “Hoy no me arreglé pero suelo hacerlo siempre, qué mala suerte que fue hoy el día que nos vimos”, “Aunque se que esto es más casual, de todos modos me lo puse hoy pero tengo claro lo que es formal para trabajar”, “Necesitaba estar cómodo hoy por que no me siento muy bien”.  Todos son obstáculos autoimpuestos que evitan provocar en tu primera impresión dónde se refleje con consistencia el mensaje de tu marca personal.

Comunicación:  Tu lenguaje no verbal al estar sentado en una recepción, tu postura al caminar en una recepción, tu sonrisa al saludar a la recepcionista, voltear a ver a los ojos a quién te encuentras en el elevador, saludar a las personas cuando llegas a un lugar, todo esto es parte de tu comunicación que refleja tu presencia ejecutiva y esencial en la primera impresión.  Dar por echo que no importó que no sonrieras con la de la recepción puede influir inclusive en que te pasen primero a una cita.  Uno de mis clientes me comentó alguna vez que tan sólo por ver la postura de unas personas en la recepción, pensó que no eran tan buenos en lo que ofrecían y tardó mucho tiempo en decidir recibirlos. Resulta que eran excelentes en su oficio, y de haber sabido los hubiera recibido y contratado antes.

Comportamiento: Tu reacción antes ciertas situaciones puede provocar que se distorsione el mensaje de la primera impresión.  Si llevas mucho tiempo queriendo ver a alguien en su oficina y por fin consigues la cita pero al llegar te dicen que la persona tuvo que salir y no te puede recibir, gritar, frustrarte o enojarte con quién te da el mensaje, afecta esa primera impresión. Además, de todos modos no vas a lograr la reunión por que la persona no está, y seguramente la persona a la que le gritaste no va a ayudarte a conseguir otra en el futuro. El temple que tienes cuando reaccionas en situaciones difíciles, determina lo que pueden esperar de ti.

Muchas personas dicen que en ocasiones, conocen a alguien y resulta que no es cómo se lo imaginaron, si quieres sobresalir y distinguirte de otros, provoca una impecable primera impresión.

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