Comparto el siguiente escrito, por el gusto de felicitarlas.
De la inspiración personal de un amigo...
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No importa cómo, lo has logrado, tienes uno de los títulos más codiciados y menos reconocidos del mundo, eres mamá.
No importa si lo lograste después de mucho intentarlo o desde la primera vez, tampoco si fue la casualidad, la mala planeación, la sorpresa o con toda intención. No importa si tuviste que recurrir a muchos médicos y esperar pacientemente los resultados, tampoco si llenaste innumerables formularios, asististe a interminables entrevistas y desesperaste por la burocracia.
Si estás sola por convicción o decepción, acompañada por conveniencia o amor, la decisión fue tuya, te pusiste a prueba y con el tiempo tendrás o ya has tenido que pasar los exámenes que rigurosamente presenta la vida.
No tendrás fiesta de graduación, mucho menos un papel que te reconozca el esfuerzo, no hay escuela ni preparación que te hiciera estar lista, pero aún así decidiste tomar la asignatura, eso es valor.
Seguro que has tenido y seguirás teniendo errores, algunos te serán reclamados por tus propios hijos, los más exigentes críticos; otros errores te serán exhibidos por la familia y algunos más por la sociedad, pero el juez más severo y estricto vive en ti, te has reclamado y te reclamarás una y mil veces por tus actos u omisiones, pero nunca llegarás a saber lo que hubiera pasado si...
Por experiencia sabes que con el tiempo nunca quedará atrás la zozobra, la desesperación, la angustia y el miedo, siempre vivirás con ellos, desde que tuviste a un nuevo ser en tu vientre o desde que alguien lo puso en tus manos y por el resto de tus días estás condenada a llevar esa carga. Ese es el verdadero compromiso y la verdadera entrega.
Necesitas mucha inteligencia, esa que se demuestra cuando logras lo que quieres aunque parezca que a los ojos de tus hijos has perdido, la que necesitas para disimular desde los correctivos discrecionales hasta los estímulos inapropiados haciéndolos pasar por lecciones impartidas.
¿Aguante?, creo que es un requisito indispensable, tanto como la paciencia y dedicación.
Atributos que si al momento de embarcarte en la aventura de la maternidad no tenías, seguro conseguirás o al menos cultivarás de mejor manera con ayuda de tus propios hijos.
¿Y qué has obtenido?, ¿una responsabilidad que camina?, ¿un título que se alimenta?, ¿un pozo sin fondo que intentas llenar de atención y cuidados?, vaya premios, por algo como eso muchos ni siquiera lo hubiéramos intentado.
Dicen que siempre debes tener cuidado con lo que deseas porque se te puede conceder, yo, como cualquier hijo o hija espero que en mí, tu deseo no haya salido tan mal. Espero ser un digno portador de tus secretos, tus tradiciones, tus valores y enseñanzas.
Pero también quisiera recordar y reconocer a las mamás que nos han dejado, esas que concluyeron su labor y dejaron a alguien con un vacío en el alma, las que el tiempo se encargó de vencer, las que no pudieron ver los éxitos de sus hijos, las que no están para consolarlos en sus fracasos; las mamás que tal vez se llevaron su preocupación a la tumba y a las que con más razón hay que honrar llevando en solitario su legado.
Feliz día de las madres 2017.
AMG 2017
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