Compañeros de nadie

Está por salir al aire un documental impresionante, Companions to none, sobre la situación de los perros callejeros en México y las condiciones a las que se enfrentan: abandono, ignorancia, abuso, maltrato, entre otras cosas.

El documental fue realizado por Bill Buchanan y ha recibido diversos premios: "Official Selection of the Breckenridge Festival of Film", "Winner Humanitarian Award Lonestar International Film Festival", "Winner Best Feature Film Animal Advocacy Activist Film Festival Hollywood", "Official Selection International Rights Protection Film Festival Steps, Ukraine", "Official Selection Dallas Film Festival".

Participaron personas de los medios en México como Lolita Ayala, Patricia Reyes Spíndola y asociaciones comprometidas con el cuidado y defensa de los animales como Presencia Animal.

Son muchas las caras del subdesarrollo humano, y no me refiero exclusivamente a un indicador país determinado por el Banco Mundial o la OCDE, me refiero al subdesarrollo del ser humano como tal. La manera en que trata y se relaciona con los animales, en que proyecta sus frustraciones e ideas sobre ellos, es un reflejo del nivel de evolución de las personas.

Por supuesto, el trato que les dan las instituciones gubernamentales, encargadas de velar por la salud de los habitantes del territorio que gobiernan -que incluye a los animales- es todo un tema aparte. Evidentemente, ante problemas de inseguridad, violencia, enfermedad, etcétera, lo que suceda con los animales y el trato que se les de está en la última de las preocupaciones de su lista de prioridades. Como somos quienes votamos y pagamos impuestos los que debemos decidir qué destino deben tener los recursos que damos, deberíamos exigir, denunciar y prestar más atención al trato que reciben, al cuidado, a los programas de esterilización y al cuidado de los animales en nuestros países, y por supuesto, en México en particular (por ser el país del que soy nacional y en el que voto, pago impuestos y padezco la irresponsabilidad de los funcionarios acostumbrados a no rendir cuentas).

Ojalá puedan difundir este trabajo, compartirlo, comentarlo. Sólo así podremos hacer una diferencia.

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