Son las tres de la mañana, he terminado de hacer los últimos arreglos a mi testamento escrito a mano, sin testigos, esperando la ley no se oponga a mis deseos o me declare incapaz mentalmente, pero creo que nunca he estado más  cuerda que hoy, en mis manos tengo un frasco de pastillas que mi médico me receto para poder dormir, he prendido un cigarro jajaja después de tanto tiempo esto sabe a rayos, pero quise darme ese gusto, tengo también un buen tequila a mi lado, siempre he querido saber que se siente tomárselo directamente de la botella, como en las películas, estoy arreglada con mi mejor vestido, me he probado varios y definitivo este fue el que gano, mis zapatos lucen impecables y hacen juego con el, mi maquillaje, como de profesional,  me he puesto un labial indeleble y muy muy rojo, así me gusta, que se note, el peinado me he llevado un poco más de tiempo que el habitual, me he tenido que poner todo eso que se usa para no despeinarse en caso de que hubiera mucho movimiento, unos cuantos anillo, unos colguijes, manicura en manos y pies con un color de uñas muy discreto, no quiero llamar mucho la atención con él, ah mi perfume favorito sabía que algún día valdría la pena usarlo, he lavado los trastos, limpiado la casa, lavado la ropa, acomode los muebles, la ropa limpia, planchada, acomodada, los zapatos todos en cajas, todo en orden en casa, he dejado mi testamento en un folder en mi buro, muy a la mano dentro de un sobre que con letras muy grandes dice Testamento.

Primera pastilla me la he pasado con un trago de tequila, uff hasta calorcito me dio, doy una fumada a mi cigarro y siento una especie de tranquilidad aunque me arde el estómago un poco. Mi mete empieza a irse a mi niñez que recuerdos aquellos con mi familia, mis padres, mis hermanos, mis abuelos, los días de felicidad, esas navidades, los días de campo, las vacaciones, que feliz fui, ahora lo empiezo a apreciar.

Segunda pastilla otro trago de tequila y enciendo otro cigarro. Mi adolescencia nunca disfrutada siempre enojada con la vida, con mis padres, con todos, sintiendo que nadie me comprendía, haciendo hasta lo imposible por salirme de casa, y por supuesto que me Salí, casada y embarazada a los 16.

Tercera pastilla, otro trago mas de tequila, el cigarrillo ya se consumió enciendo otro más, el humo que sale de él me está haciendo ver cosas, ya mi mente no piensa muy bien, mis sentidos entran empezando a aletargarse, mis manos no me responden bien, tendré que usar el micrófono para escribir. El humo del cigarrillo me nubla la vista y como película empiezo a recorrer mi vida como esposa, madre, hija, empleada, estudiante, veo la muerte de mis hermanos, de mis padres, la tristeza empieza a salir, lloro, lloro tanto que quisiera gritar, gritar como los extraño, gritar como los sigo amando, gritar que ya no quiero estar sola, pero solo salen de mis ojos lágrimas de tristeza que casi no siento en el rostro, solo saboreo ese saborcillo amargo y salado cuando llegan a mis labios.

Me tomo tres pastillas mas y del tequila ya no sé si fue un trago largo o varios, dejo que los cigarrillos se acaben y los vuelvo a encender, Ahora vienen a mi mis amores, si esos amores que uno a veces quisiera olvidar y nunca lo logra, desde mi primer amor hasta el último, no han sido muchos aunque a estas alturas pienso, que desperdicio, pude no estar sola y elegí lo contrario. Ojalá que me hayan perdonado y me recuerden, aunque sé que a varios de verdad los lastimé, también hubo quien me lastimó, yo si los perdono, total cada quien que lie con sus remordimientos y culpas, yo ya no lo haré jamás.

Creo que esta será la última pastilla, tengo muchas nauseas ya no pasa tan fácil el tequila, empiezo a tener alucinaciones y veo llegar a mis hijos, mis hijos que felicidad, quiero correr a abrazarlos pero ya no puedo ni levantarme, siento las piernas dormidas, mi cuerpo no responde,  los veo sonreír, me están diciendo cuanto me quieren, cuanto me necesitan, cuanto me extrañan, pero yo ya no puedo contestar, me limito a sonreír y agradecer a Dios que hoy estén aquí a mi lado, como cuando eran pequeños. Los veo sentarse frente a mí riendo entre ellos, pero… que pasa? Veo entrar entre brumas del humo a mis padres, a mis hermanos, les pido ayuda el dolor en mi estómago es inmenso no puedo moverme, me he manchado mi hermoso vestido con el vómito y el labial se corrió con la espuma que sale de mi boca, no puedo gritar. Me arrastro queriendo alcanzar el celular, mi pelo se ensucia, no, no era así, las cosas no empiezan a resultar como lo planee, Alzo la vista y veo mi casa, que hermosa es, eso me hace recordar que tengo todo lo  material que se puede desear, solo existe un pequeño problema, estoy completamente sola.

Mis ojos empiezan a cerrarse y el inmenso dolor del alma y del cuerpo poco a poco va cediendo trato de estirar la mano para tomar la de mis padres.

Solo espero no tarden en encontrarme, les dé tiempo de limpiarme, cambiarme y volver a arreglarme, no sé si estaré presente en alma en mi funeral, pero en estos momentos mi último pensamiento es para arrepentirme de este acto cobarde;  Perdón, por favor perdónenme, no debí quitarme la vida jamás.

 

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