Un buen día se comienza con un buen trabajo, dicen por ahí. Y si bien no lo es todo, la verdad es que vivimos gran parte del día en la oficina, comercio o donde trabajemos, y eso indica que lo debemos acompañar de un contexto agradable y de bienestar. Las recetas son muchas y variadas, pero podemos resumirlas en algunos puntos:
Espacio de trabajo cálido y ergonómico: Es importante acceder a la luz natural y tener un balcón, patio o espacio de contacto con el exterior. La luz del sol y el aire fresco tienen un impacto positivo en el estado de ánimo y la salud mental. En el mismo sentido, tener amplios espacios y no amontonados mediante una buena distribución de los escritorios, mesas, ventanas y techos altos dará aire.
Temperatura agradable: se considera que la temperatura ideal para trabajar es entre 23° y 26°. Pasar frío es casi tan insoportable como pasar calor por eso, es importante mantener en buenas condiciones los equipos de calefacción y refrigeración, algo que se puede hacer una vez al año con profesionales de instalación de aire acondicionado en Mendoza.
Música o sonidos estimulantes:: en los espacios compartidos, definir el tipo de música o la radio que escuchar es muy habitual. Un dato favorable es optar por música relajante que acompañe el trabajo pero que también active y otorgue ganas de hacerlo. Si hay tareas que necesitan mayor concentración, se recomienda dividir habitaciones u otorgar la posibilidad de una habitación destinada al silencio absoluto.
Y por último, la motivación entre compañeros siempre es importante. Esto no sólo se logra con objetivos y tareas que la generen, sino con actitudes de contención, festejos de cumpleaños o fechas determinadas, salidas esporádicas fuera de la oficina, entre otras.
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