Hoy nos vamos a aproximar a la obra poética de Jhoana Patiño, a su prosa poética de hondas sensibilidades.

 

Jhoana Patiño es una joven escritora colombiana, nacida en Manizales, dedicada especialmente al mundo académico, que empezó su andadura literaria con Ébano, un libro de poemas -o prosa poética- donde se nombra aquello que nos han enseñado a callar, a permitir, a esconder y a olvidar a través de procesos de socialización inequitativos que marcan con hondas cicatrices el cuerpo y la memoria y cuyo máximo fin -de estos procesos- es la naturalización de las desigualdades, la legitimación del poder que oprime y la invisibilización de la pluralidad que nos distingue. 

 

Y, precisamente, con un lenguaje de profunda conexión con la vida íntima, privada y pública, limpio, transparente y lleno de vida, Jhoana Patiño pretende con Ébano constituir un lugar-espacio de denuncia pública de todas las cadenas sociales que nos atan a lugares, relaciones, normas, valores, discursos y límites impuestos.

 

La prosa poética de Jhoana Patiño debemos contextualizarla dentro de la sociedad colombiana, para ella una sociedad signada por el miedo, cubierta por la sangre derramada, silenciada por la pobreza y el hambre, secuestrada por la desconfianza, sometida por el individualismo, colonizada por la tiranía y la inequidad, una sociedad donde se condena a los ciudadanos y a las ciudadanas al silencio, al sentimiento de que las palabras sobran en un mar de confusión.

 

Ébano es la expresión de una vida en resistencia desde la poesía, una vida que sabe que no se hace sola ni se agota en el consumo desmedido de las cosas, una vida que cree y que crea, que rompe la inercia de lo que ha sido destinado, una vida que apuesta por la acción que mueve los límites, por el diálogo que produce intercambio, por la pregunta que ocasiona tensión, por la duda que inquieta la creación, por el sueño que dibuja otros horizontes, por la multiplicidad que potencia la existencia, por el contacto que descubre la fragilidad sutil y poderosa de aquello que humanamente vamos siendo.

 

Finalmente, podemos decir que, aquí, Jhoana ha dejado testimonios fehacientes de lo que ha sido su recorrido vital, lleno de altibajos, que son los que nos maduran y ella sabe, muy bien, que la única manera de exorcizar esos demonios, esos miedos, esas experiencias trágicas, es de la manera como lo ha hecho, con la palabra, desgarrada o lúcida, violenta o apacible, melancólica o eufórica.

 

Fuentes: Centro de Documentación Cinde-Manizales (Número 2, septiembre-noviembre 2010).

 

"Ébano" de Jhoana Patiño: Prosa poética de hondas sensibilidades / Manizales -La Patria

 

 

ALGUNOS POEMAS

 

"Estimadas señoras, no nos hemos visto y tal vez nunca nos veremos, pero aun así en las palabras que circulan libres podemos reconocernos. Somos más que carne, más que llanto y miedo. Somos más que limites y pesares. Somos más que la palabra mujeres, más que todo lo que hemos penado, somos más que los hijos, los esposos y el gobierno. Somos seres diferentes, cada una es un universo, cada una es una esperanza, un nuevo comenzar, un sueño. Somos todo lo que queramos ser, todo lo que luchemos, todo lo que construyamos. Somos libres, acá, allá, en el infierno y en el cielo.  No tengo mucho para compartir, sin embargo, desde mi casa hoy les regalo estos versos.

Un abrazo de mariposa" (JHOANA PATIÑO)

 

VIENTRE DE RESISTENCIA

Yo no soy un vientre, soy un ser,

yo no soy un hijo, soy una mujer,

yo no soy un cuerpo que se toma, soy poder que se cuestiona,

yo no soy un rol, soy relación para la creación,

yo no soy una madre prometida, soy una posibilidad expandida,

yo no soy sólo palabras, soy silencio y miedo,

yo no soy solo razón, soy deseo y decisión

yo no soy sólo cuerpo, soy polvo de estrellas y arenas del desierto,

yo no soy sólo un vientre, soy poesía y canción,

yo no soy un rol, soy movimiento y quietud,

soy sueños y tormentas,

yo no soy un vientre prometido,

soy lo que quiero ser, soy lo que puedo ser,

soy lo que debo ser, pero no soy lo que tengo que ser,

yo soy mujer y me resisto a parir, sólo a parir,

quiero amar la vida, no sólo la vida de unos hijos,

soy mujer y doy vida con mi vida,

soy mujer y decido,

soy mujer y digo,

soy mujer y no crío.

Soy mujer aunque no tenga un hijo.

Yo no soy un vientre, soy vida.

Ébano 2010

 

NO ERA YO EL PROBLEMA

El problema no era el golpe,

ni el insulto,

tampoco el dolor

o la sangre en el piso.

El problema no era la cicatriz en el cuerpo

ni la culpa que sentía,

mucho menos la vergüenza.

El problema no era mi cuerpo

no eran,

ni mis ojos,

ni mi color.

El problema era mi condición

ser mujer, ese era el problema.

No era por como vestía,

Ni por lo que decía.

Era porque así tenia que ser,

porque siempre había sido de esa manera,

porque la abuela le dijo a mi madre que el hombre era Dios

y eso me enseñó ella.

El problema era el mundo,

con sus códigos machistas,

desiguales y violentos,

con sus lenguajes sexistas

y sus morales dobles.

El problema no era mio,

era de todos,

de los que sabían y no hacían nada,

de los que se tapaban los oídos y desviaban la mirada,

de los que justificaban al hijo,

de los que celebraban la paliza.

El problema no era yo

y tampoco era nuevo,

era falta de memoria,

injusticia,

abandono.

El problema era una historia contada por hombres

y padecida por mujeres;

eran niñas vestidas de rosa para que fueran más puras

y niños pintados de azul para que fueran más rudos,

el problema no era el golpe en la cara,

era el permiso de todos,

el creer que era natural,

el sentir que era bueno,

el tolerar por miedo.

El problema no era el puño

era la herida en el alma

y el silencio.

Ébano, 2012

 

ME HABÍAN DICHO QUE NO EXISTÍA...

Me habían dicho que no hablara

me habían dicho que no era buena.

Me habían dicho que no valía

que el amor no existía,

y que los golpes me los buscaba.

Me habían dicho que no preguntara

que no soñara

que aguantara

que las mujeres no pensaban

que mi destino era la casa, la cama y la rabia

Me habían dicho que no podía

que no debía

que me quemaría

que me odiarían

Y yo les creí

Y yo lo permití

Y yo lo Cambié.

Ébano, 2012

 

MUJERES

Mujer, ser  en  tensión y  en posibilidad

Ser de carne, hueso y novedad, eso eres, eso soy, una  mujer en libertad

Mujer en la lluvia y en el sol, en el frio y en el amor,

Mujeres de risa y de llanto, de rabia y pasión

Mujer en la muerte y el dolor, mujer  en la vida y la razón

Mujeres en cada segundo en cada rincón

Mujer de silencios y miedos,

De vidas y cuentos.

Mujeres en las luchas, en las revueltas y las protestas

En los caminos, en la guerra y en la paz

Mujeres seres del viento y de  la mar

Mujeres de manos y de palabras

De falda y pantalón, de casa y de computador

Mujeres de calle, de patio y soledad,

Mujeres de hijos y sin ellos,

Mujer, eso soy, eso eres, mujer  un ser de posibilidad

Ébano 2010

 

¡PAÍS DE MIERDA!

De vez en cuando muere un gran hombre y este país llora unido al pie de su tumba como si lo quisiera de verdad

De vez en cuando, estalla una bomba y la solidaridad aflora entre nosotros como las mariposas en el rosal

De vez en cuando, en nuestra historia ocurre un genocidio en tierras lejanas llenas de “parias” y entonces unas cuantas lágrimas brotan colectivas de los ojos de la impunidad

De vez en cuando, un niño es violado cual si fuera de trapo y entonces nuestras morales dobles entran en pánico

De vez en cuando, un esposo asesina a su esposa en defensa de su honor burlado

De vez en cuando, un político corrupto le roba al pueblo los recursos de su futuro

De vez en cuando, susurran los periódicos algún fraude electoral  y  todos queremos estallar

¡De vez en cuando este país de mierda tiene memoria y dignidad!

De vez en cuando, los ciudadanos recuerdan la hermandad y se unen entre diferentes para luchar

De vez en cuando, las banderas se pueden ondear por la victoria de la humanidad

De vez en cuando, lo negro es bueno y el miedo nos hace hablar

¡! De vez en cuando, este país de mierda recuerda que puede cambiar!

De vez en cuando, los niños pueden soñar con una casa y un juguete para jugar

De vez en cuando, se construyen parques y se olvida al rival

¡De vez en cuando, en este país de mierda se puede crear!

De vez en cuando,  se dice lo que se siente sin temor al qué dirán

De vez en cuando, en mi país la gente dice no MÁS

De vez en cuando, nos acordamos de los demás…

De vez en cuando, miramos más allá de nuestra propia miseria

De vez en cuando,  derrotamos la indiferencia y abrazamos la conciencia de la libertad

De vez en cuando los buenos somos más y nos resistimos a actuar solo de vez en cuando.

DE VEZ EN CUANDO, ALGUIEN ME RECUERDA QUE PUEDE SER SIEMPRE…

Ébano, 2010

 

REBELIÓN...

 

Me rebelo a tener que verte morir en una cama abandonado por nuestra indiferencia,

me rebelo a tener que verte atado a unos pasos que no son por tu elección  si no por falta de opción.

Me rebelo contra las manos sucias de los niños convertidas en cestos de limosna, me rebelo contra el rojo y el azul, contra las balas y los gritos de soberbia, me rebelo contra mi propia tiranía, absurda y mezquina como la de aquel que me engaña y  me daña.

Me rebelo contra el silencio de los buenos que nunca dicen nada, me rebelo contra las masacres del indígena del campesino y del poeta; contra las cadenas invisibles que nos atan a la guerra, me rebelo contra las risas que se compran y se  venden en el mercado de la apariencia; contra el poder que controla las conciencias mediante abrazos y palabras que esconden su garras.

Me rebelo cotidianamente contra la injusticia de los pocos que tienen mucho y  de los muchos que tienen poco, contra la insensible convivencia del individualismo, contra el consumo desmedido de las cosas y contra las cárceles seguras de nuestra miseria.

Me rebelo contra las pieles que se alejan del contacto, contra los ojos que se cierran en medio del disparo, contra los oídos que se tapan ante la mentira de otros labios.

Me rebelo contra el padre que no mima y contra la madre que permite el golpe en la mañana, me rebelo contra el hijo que maltrata y contra la hija que se marcha por temor a la batalla,

Me rebelo contra la falta de tiempo o el exceso de trabajo, contra las horas sin sentido y contra el mundo sin sujetos, me rebelo contra mis miedos y mis silencios, contra mis dudas y mis ausencias

Me rebelo contra los libros que se guardan en los anaqueles de una biblioteca mientras sus hojas se marchitan sin que nadie las lea, contra la retención de la información y contra la violencia de la academia que te hace sentir absurdamente vacío si no compites como buitre por  la fama del sabio que recita teorías aunque en su mundo pequeño siga siendo un simple Humano.

Me rebelo contra la falta de pasión y de amor por el otro y por los otros, me rebelo contra las dictaduras de la posesión y de la invisibilización, contra la mercantilización de la palabra y contra  la violencia naturalizada.

Me rebelo contra todos los que niegan su historia y quieren cortar mis alas, me rebelo contra todos los que suman humanos como si fuéramos cabras.

Me rebelo contra la matanza del gorila de la montaña, contra el envenamiento del agua, contra la muerte del cóndor, contra la compra de misiles y la venta de almas, me rebelo contra tus ausencias y contra nuestros sometimientos

Me rebelo día a día en mis letras y en mis cantos, en mis luchas y en mis saltos, me rebelo en mis latidos y en mis abrazos, me rebelo, me libero y me reto, me reto me libero y me rebelo en cada flor que miro, en cada ser que amo,

 Me libero me reto y me rebelo en cada sueño que construyo en cada acto que hago, Me rebelo en la libertad de saber que no estoy sola y en la resistencia de no vivir la guerra, me rebelo y me libero cuando tú te liberas y te retas, cuando tú vives  y rompes tus cadenas.

 

Ébano, 2010

 

 

ME HUBIERA GUSTADO...

 

Me gustaría mucho haber crecido en otro vientre,

iniciar la vida de otra forma,

haber dormido en una cuna,

ser hija de otro tiempo.

Me hubiera gustado conocer un arrullo

tener compañía y juguetes.

Me hubiera gustado aprender hablar escuchando otras palabras

encontrar comida en la alacena cuando tenía hambre,

asegurarme en el abrazo de una hermana.

Me hubiera gustado asomarme a la ventana y ver otros niños,

tener una cama para mi sola,

diferenciar el color de las cosas porque me lo enseñaron en la escuela y no porque mi color no era “bueno”,

Me hubiera gustado ser cuidada y no tener que cuidar, 

aprender a orar en las noches pidiendo a Dios cuidar los niños del mundo y no exigiéndole respuestas, 

me hubiera gustado que alguien me la hubiera enseñado la sonrisa,

tener amigos y amigas que no fueran imaginarios.

Me hubiera gustado ver mover la mano de mi padre y sus pies caminando sin miedo,

me hubiera gustado tener en mi memoria otros recuerdos y no estos

Si, me hubiera gustado tanto ser otra bebe, otra niña, otra adolescente, otra mujer, otra historia 

Sin embargo no puedo

soy este cuerpo,

soy esta alma

este rostro

esta historia

esta memoria

este dolor,

esta esperanza,

es así como me he hecho,

no tengo más que mi propia vida

y mis propios sueños.

Mariposa sin alas

Ébano sin tierra,

soy lo que recuerdo,

lo que me mueve,

soy del pueblo, 

de la calle,

de la palabra, 

del bus,

y la piedra,

de la casa sin muebles,

de la patria sin gente, 

soy fragilidad y fortaleza,

temor y resistencia,

ni una cosa ni la otra,

ambas, muchas, infinitas

No soy más que lo que pienso,

no puedo más que lo que siento,

no tengo más que las palabras con las que existo en mis versos,

para crear la posibilidad de otro horizonte,

de un final distinto

 Ébano, 2010


Poetisas

   

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