AL RESCATE DE LOS VALORES
Hoy por la mañana, salí de prisa, el frío, inclemente; estando en el crucero y con el semáforo en rojo, vi al frente un oficial de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, quien desesperado, marcaba el alto al conductor de un camión de transporte público -que traía a todo volumen música muy característica de los suburbios, se escuchaba aquello de quiero bailar muchachos la guaracha sabrosona… con una linda muchacha… guarachera linda…- quien simplemente lo ignoró y siguió su marcha; por otra parte, de los vehículos que quedaron hasta adelante, dos de ellos invadieron la zona peatonal, por lo que un transeúnte al cruzar movió la cabeza en sentido negativo y uno de los conductores le respondió con los brazos en señal de se me olvidó; otro conductor tiró sin el mayor reparo una envoltura de frituras; de frente tengo vehículos circulando, uno invade carril y se escucha el recordatorio de su progenitora. Al ponerse el verde, no habían pasado más de dos segundos cuando de manera insistente, algunos automovilistas comenzaron a tocar desmedidamente el claxon; seguí mi marcha, reflexionando sobre el hecho de que hemos perdido u olvidado los valores?
Los valores no se han perdido (a manera de ejemplo un buenos días, un buenas noches, son costumbres que no se pueden olvidar), considero que más bien los hemos dejado de practicar, se han olvidado en nuestro chip mental, olvidamos dejar pasar a los peatones, olvidamos que alguien tiene que recoger la basura de la que nosotros nos deshacemos, olvidamos que el ruido contamina el ambiente y a nosotros mismos, olvidamos el respeto y hacemos gala de ello, nos olvidamos de respetar a la autoridad y a los conciudadanos.
Existe breve distancia entre el olvido de los valores y su rescate, habrá que cultivar, practicar y transferir los productos que poseemos de manera individual y así poder compartirlos con nuestros congéneres, con lo que ayudaremos al desarrollo y buena convivencia en nuestras ciudades.
A nivel Nacional existen campañas televisivas destacadas tal como “tienes el valor o te vale” “dile no al bulling”, en el servicio público existe un programa de fin de semana largo que permite a las familias convivir más tiempo, acciones que desafortunadamente pierden fuerza con programas televisivos donde exhiben violencia y conflictos sociales, se me ocurre uno de esos en el que ponen a una especie de juzgador para que califique o descalifique la problemática familiar, circunstancia que estimo carente de todo valor, pues los personajes que acuden a este tipo de lugares, están conscientes de exponer sus problemáticas a cambio de un resarcimiento económico sin importarles siquiera la posición en la que quedan, es decir no les preocupa resolver sus problemas sino salir a cuadro.
En lo que corresponde al Estado de México, se realizan campañas en torno a la Familia, dentro del servicio público hay un Programa de Equidad de Género; en algunos Municipios se realizan políticas públicas respecto a ser incluyentes, entre otros.
Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, pone su granito de arena, logra acercamiento con la población, llámese niños, mujeres, indígenas, adultos mayores, homosexuales; se da a la tarea de difundir que los malos hábitos no nos benefician en ningún sentido y sí nos perjudican, transmitiendo herramientas para valorarnos como personas, para que a su vez se reproduzcan en su entorno, ya sea escolar, familiar, laboral o comunal.
Todo lo anterior es importante, sin embargo, de manera individual habremos de rescatar y cultivar los valores, porque está en cada uno de nosotros comportarnos como verdaderos seres humanos, responsables de practicar nuestros derechos y obligaciones.
Comentario
En la voz inglesa bull significa toro; en su manada este animal establece una rigurosa jerarquía, el líder es desafiado por otro, produciéndose violentas peleas, el toro derrotado es atacado y perseguido por el resto del rebaño, quedando segregado, volviéndose irascible y muy peligroso; este hecho natural ha caracterizado al animal como hostil a todo aquel que considera distinto; comportamiento que ha sido comparado con la conducta de quienes son protagonistas del fenómeno bullying: una persona abusando de su poder, fuerza o posición social genera violencia hacia otro que, logrado el objetivo, es excluido socialmente por los demás, creando a un ser humano resentido que puede reproducir el maltrato que padeció.
QUE SU DÍA SEA DE DIEZ!!!
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