¿Qué postura tienen ustedes en el debate sobre la neutralidad de la red? ¿Cuál es su percepción de la relación entre NetMundial e iniciativas locales? ¿Creen que la red de hecho es resiliente? ¿Cómo consideran se puede conciliar el derecho a la privacidad y la sostenibilidad de una industria con la cooperación con las autoridades con fines de seguridad?

Éstas son preguntas que, si bien no puedo contestar aún con argumentos de la calidad que me gustaría tener, hoy siquiera entiendo sólo a raíz de un curso sobre gobernanza de Internet que pude tomar el año pasado gracias a ISOC, NIC México y Mujeres Construyendo. 

La gobernanza de Internet es un campo de análisis, decisiones, trabajo, que en realidad es central a lo que hago en mi trabajo y en muchos aspectos de mi vida diaria. Pero, antes del curso, para mí se trataba de un campo un tanto lejano de mi realidad. Y es que tiene todo para parecer irrelevante.

Viéndolo desapasionadamente, cuando la mayoría de las voces prominentes son de hombres privilegiados (y de más de 45 años); cuando todas están plagadas de tecnicismos que no forman parte del vocabulario de no-telemáticxs; cuando los eventos de nicho son siempre lejos (Istanbul, Brasil cuando muy cerca), no hay manera de que la gobernanza de Internet en México no sea un tema de nicho. Y precisamente eso ha sido los últimos años.

Los pasados 17 y 18 de febrero tuvo lugar la segunda edición de los Diálogos sobre Gobernanza de Internet en México, iniciativa de un grupo de personas altamente comprometidas con este campo desde su trinchera (gobierno, industria, academia, sociedad civil – un grupo verdaderamente multistakeholder) – y que creo que es uno de los primeros pasos orquestados para salir del nicho.

Fue un privilegio escuchar las distintas posturas sobre los temas centrales de gobernanza en México, y tener la oportunidad de ver en carne y hueso a personas legendarias de nuestro ecosistema. Ahora me toca compartir las reflexiones que me quedan después del evento – no las de contenido (Érik Huesca me cambió la visión del trabajo para abatir la brecha con su analogía de la cruz y el bit), sino las de forma.

¿Cómo hacer que la gobernanza de Internet deje de ser en México un tema de nicho?

1. Así como hay que cuidar a la comunidad de alto nivel que mantiene vivo el nicho (y, por favor: incluir a más mujeres), hay que pensar en hacer trabajo “de bases” – que, en este caso, serían probablemente bases de actores del ecosistema de Internet que hoy no participan en los debates. Yo misma fui ejemplo de esto.

2. Continuación de la idea anterior: Necesitamos hacer urgentemente un trabajo de traducción de mensajes. Muchos temas, hoy discutidos a nivel técnico, tienen una cara en la vida diaria de los actores que deberían estar involucrados. Deberíamos comunicar más acerca de esa cara.

3. Reconocer que la construcción de comunidad desde esas bases debe ir más allá de eventos aislados y formar parte de procesos largos de sensibilización. A todxs nos corresponde participar en este proceso – organizar conversatorios, talleres introductorios, oportunidades de participación que culminen en los Diálogos (y creo que el de Mujeres Construyendo con NIC México en 2014 fue un gran ejemplo).

4. Hay que pensar en formatos que permitan balancear las voces preponderantes con las que no lo son, pero que, de igual manera, tienen algo que aportar. Es parte de nuestro ADN cultural promover los espacios donde los expertos nos hablan a los no expertos, y hay valor en esta práctica; pero, si queremos fortalecer el diálogo verdaderamente multistakeholder, habrá que progresivamente buscar maneras de lograrla no sólo en panelistas, sino en formatos.

Me quedo con estas tareas. Mientras tanto, me despido como lo hicimos en el curso de gobernanza que genuinamente me cambió el panorama: #NosVemosEnInternet.

Si quieres leer la relatoría tuitera de los Diálogos, acá está el Storify. Y edito este post para linkear a la gran reflexión que publicó una de mis gurús de gobernanza, Fátima Cambronero.