Si yo pudiera compartir con otros lo que no me funcionó al principio de mi carrera y qué aprendí o qué estoy haciendo actualmente para que tenga resultados diferentes y positivos, lo reduciría en lo siguiente:  Fortalecer tu presencia ejecutiva.

Ah caray, qué fácil se oye, y eso ¿cómo se logra? En los siguientes párrafos les voy a decir cómo y qué tiene que hacer.

1.- Creer en ti. Para proyectar una presencia ejecutiva con grandeza y que otros lo noten, primero que nada, tienes que creer en ti. En el momento en que permites que dudas sobe tus capacidades, talentos o experiencia se interpongan en el camino, es el momento en que tu presencia ejecutiva se debilita y qué crees? Otros lo van a notar. Así que no importa cuántos años de experiencia tengas, siempre puedes proyectar un liderazgo ejecutivo a través de tu presencia, primero que nada, sabiendo y creyendo que eres capaz.

2.- Actitud positiva. Esto va de la mano con el primer párrafo.  Si no piensas positivo y qué todo se puede lograr, obvio nunca vas a creer en ti, entonces primero que nada, hay que manejar una actitud abierta al cambio, abierta a intentar nuevas formas de enfrentar retos, una disponibilidad a conocer nuevas personas y a aprender, a siempre seguir aprendiendo y reconocer que no lo sabes todo.  Esta humildad y apertura a abrazar cambios y nuevas formas y a reconocer el aprendizaje y lecciones que te den las oportunidades que se presentan, es la que te hace grande y permite que se vea reflejado en tu persona, en lo que haces y en quien te rodea.

3.- Definir tu marca y valores. Para tener una presencia ejecutiva que proyecte lo que eres, es indispensable saber a dónde vas, qué quieres, cuál es tu mensaje, qué te define, cuáles son tus talentos, experiencias, valores, habilidades, atributos que te definen. Recuerda que esto puede variar, por eso te puedes re inventar en el tiempo. Tu esencia no cambia, lo que haces es re definir cómo quieres que otros te perciban.  Aquí es dónde logras diferenciarte por lo que eres y te distingues de otros que pueden ser iguales, este ejercicio lo tienes que hacer con cuidado, con calma, meditando qué es lo que hace tu nombre, tu trayectoria, porqué otros se acuerdan de ti y cómo te haces memorable.

4.- Construye tu marca y hazte memorable. Ahora que crees en ti, que tienes actitud abierta a lo que viene, que definiste cómo quieres que otros te vean, entonces construyes tu marca a través de cómo otros te ven, alinea tu apariencia con tu mensaje y valores, trabaja en tu comunicación para que lo liguen otros a tus formas y a lo que te distingue.  Comunícalo al mundo entero, si no nadie sabrá o te encontrará, agrega valor con tu comunicación y explica cómo ofreces valor, no qué es lo que has hecho.  Haz todo lo que esté en tus manos, en tus acciones para demostrar esos valores que te definen.

5.- Se consistente.  El problema de muchas personas con éxito es que dejan de ser consistentes. Dejan de trabajar en lo que es importante para ellos y asumen que otros lo van a entender o tendrían que saberlo.  Cuando te relajas, cuando bajas la guardia, cuando decides que ya lo  lograste, en ese momento alguien más ocupa tu lugar. Si no eres consistente, tu presencia ejecutiva se debilita, se opaca y otros más la pasan por alto.

Yo te puedo contar, cómo tu presencia ejecutiva, abre puertas, presenta oportunidades, fortalece relaciones, y te apoya a conseguir objetivos en tiempo acelerado.  La siguiente semana espera las 5 metas que puedes alcanzar a través de tu presencia ejecutiva.