La Depresión Posparto afecta a cerca del 20% de las mujeres que dan a luz, y a pesar de que un gran número de madres la padece, hay poca información al respecto, y sigue siendo un tabú.

Debido a esta situación, las parejas, familiares, amigos e incluso el personal de salud, suelen decir cosas que pueden perjudicar a la mujer, o simplemente, no decir nada.

Te sugerimos NO decir lo siguiente si conoces a alguien que atraviesa por esta difícil situación:

1) Eso le pasa a muchas mujeres: es MUY IMPORTANTE no confundirla con la Tristeza Posparto (comúnmente llamada Baby Blues), el cual aqueja aproximadamente al 80% de las mujeres que dan a luz, y es producido por el cambio hormonal después del embarazo. Suele durar de 2 a 3 semanas, y no requiere de atención médica o psicológica.

2) Te sentirías mejor si hicieras __________: lo más importante es apoyar a la mujer buscando un especialista en el tema, para que juntos determinen qué es lo mejor para la mujer. Afortunadamente, con el tratamiento adecuado, la mayoría de los casos de DPP son temporales y se puede alcanzar una completa recuperación (justo al momento emocional en el que se encontraba antes de haberse embarazado).

3) Cuando yo tuve a mi bebé, no tenía tiempo de estar deprimida: o frases como: “Es una enfermedad que las mujeres se inventan para no cuidar a sus hijos”, o “Eso no existía en mis tiempos”.

La DPP es una enfermedad real. Pedirle que se sienta bien solo por echarle ganas o pensar positivamente, es equiparable a pedirle a una persona invidente que recupere la vista si realmente lo quiere.

4) Siempre quisiste ser madre, deberías estar feliz/agradecida/bendecida/etc.: es INDISPENSABLE estar bien informado sobre este padecimiento, saber cuáles son los síntomas, qué tratamientos hay, cómo se puede apoyar a una mujer, y sobre todo, asegurarle que siempre estaremos ahí para ella.

5) No necesitas tomar medicamentos: esta es una de las cosas más peligrosas y perjudiciales que se le puede decir a una mujer con DPP. UNICAMENTE un psiquiatra puede verdaderamente determinar si requiere o no los medicamentos.

Habrá casos en los que no es necesario, y habrá otros casos, en que los medicamentos le salven la vida y hagan que tenga una buena calidad, que retome sus actividades, que sus síntomas disminuyan paulatinamente hasta desaparecer, que goce de la maternidad, y sobre todo, que vuelva a ser feliz.

Recuerda que los síntomas (pensamientos, sentimientos y comportamientos) de la mujer que tiene DPP, NO son lo que es realmente ella. En otro momento de su vida, si no estuviera enferma, seguramente no pensaría así, no tendría ansiedad, tristeza, miedo, desesperación, frustración, inseguridad, incertidumbre, dolor, pánico, insomnio, ganas de querer salir corriendo, huir, lastimarse o morir. No se sentiría mala madre, mala persona y un mal ser humano.

Recuerda que una mujer con DPP, está enferma y necesita de todo tu amor, cariño, comprensión y empatía. Necesita que te pongas en sus zapatos, y VERDADERAMENTE trates de ver la vida desde el abismo en el que se encuentra, y desde ahí, le tiendas una mano, un hombro y la acompañes a salir adelante.

Te necesita a ti, sin que la juzgues, la critiques, la ignores, la minimices, te desesperes o la abandones (literal o emocionalmente).

Si necesitas más información al respecto entra a la página de Facebook: Nueva Vida Posparto (http://www.facebook.com/nuevavidaposparto)

http://www.huffingtonpost.com/2014/07/16/postpartum-depression-tip_...