A lo largo de mi vida he sido una mujer delgada, con un peso estable sin mayores problemas con la báscula. Pero llego un día en que la pantallita de la báscula mostraba números al alza... Un día un poquito, al siguiente igual y así durante un periodo de tiempo no muy largo. Y llegó el momento en que ya la ropa no me quedaba más. ¡Imposible cerrar el cierre! ¡Fue una sensación atroz! No me quedó de otra más que enfrentar la situación y ver cuánto peso había subido: la nada despreciable cantidad de ¡10 kilos! No podía creer lo que veía, pero la realidad no me permitía lo contrario. No en balde venia yo utilizando sólo un par de pantalones y jeans pues no entraba en el resto de mi ropa. Así que ese mismo día decidí que iba a quitarme esos kilos de encima. Empecé a hacer dieta ¡y nada! Resulta tan desalentador estarse matando de hambre y que la báscula no se mueva ni una sola rayita.
De repente se me ocurrió que esto podría estar relacionado con el tema de la menopausia... Si, con esa misma, ni modo. Así que me puse a investigar y me encontré con una doctora que maneja un programa de desintoxicación enfocado a la mujer menopáusica. No he probado sus productos pero sus consejos me parecen aterrizados y sensatos y aquí te los quiero compartir.
La Dra. Sara Gottfried es una ginecóloga graduada de la escuela de Medicina de Harvard y MIT así que ya podemos imaginarnos que tiene conocimientos del tema, y por lo que dice, ella también pasó por lo mismo: subió de peso al llegar a la menopausia. Así que se puso a dietas de matarse de hambre, de las que no veía resultado, pasando los días como si viviera en el hinchado cuerpo de alguien más. Pasó por el mismo proceso por el que muchas pasamos: privarse de alimentos, sentirse mal consigo misma por su falta de fuerza de voluntad, peleas diarias con los alimentos y no saber si ser “buena” o “mala” en su selección de nutrientes lo que terminó por dejarla más estresada, empeoro su desbalance hormonal, le provocó vergüenza con su propio cuerpo así como adicción a la comida. Todo esto la desconecto totalmente de su cuerpo y sus necesidades reales.
De todo lo anterior le llevó años aprender la lección, por supuesto después de probar toda dieta posible, incluyendo las 0 o bajos carbohidratos, altas o bajas en grasa, altas o bajas en proteína, sin sal, la dieta de la limonada o la dieta del Mediterráneo.
La verdad es que estas dietas no funcionan para la mayoría ya que no atacan directamente de raíz la causa hormonal. Las hormonas dictan lo que tu cuerpo hace con la comida y la gordura es el resultado de una gran falla hormonal de la mujer y los contundentes intentos para intentar bajar de peso fracasan en dirigirse a la raíz hormonal en cuanto a estrategia, tácticas y resultados.
Como mujeres estamos en desventaja cuando se trata de almacenar grasa. Somos extremadamente sensibles a los estragos del estrés y la inflamación. Esto lo puedes notar con signos tales como esos ataques que sentimos por comer algo dulce, la grasa que sobra alrededor de la cintura, cambios de humor, falta de sueño y sensaciones abrumadoras. Estas son pistas de que tus hormonas se han vuelto contra ti, lo que da rienda a un círculo vicioso de inflamación (del tipo que te hace pasada de peso) y mayor dificultad para regular las hormonas que te ayudan a quemar grasa (llamadas hormonas del metabolismo).
Cuando las hormonas que están fallando empiezan a declinar te dejan con un metabolismo roto y empiezas a almacenar grasa no importa que hagas al respecto. De repente la báscula empieza a “actuar” de manera “rara” (manera muy sutil de decir: va hacia arriba) y en una de esas se queda atorada en 5, 10, 15 kilos o más por arriba de lo que a ti te gustaría. Si luchas para estar delgada, ¡júralo que le puedes echar la culpa a las hormonas! Estas gobiernan casi todos los aspectos de la perdida de grasa, desde donde la acumulas (y qué tanto) hasta tus antojos, apetito, bacterias intestinales y hasta tus patrones adictivos hacia la comida.
La Dra. Gottfried nos da 7 consejos para que, de manera natural, ayudes a tu organismo a ponerse en forma nuevamente. Ella lo llama “El Reajuste Hormonal” donde se busca re sincronizar las 7 hormonas del metabolismo. Esta es la lista de reajustes que ha encontrado más efectivos:
Después de que hayas llevado a cabo todos estos pasos, reajustaras tu metabolismo lo que se reflejara en una transformación importante de tu cuerpo de adentro hacia afuera. Corregirás un metabolismo roto y ¡perderás peso! Pero más importante: estarás tomando los pasos necesarios para sentirte de nuevo a gusto en tu propio cuerpo. Romperás con el agotador ciclo de estrés y aumento de peso. No te sentirás hinchada, estresada o con falta de sueño. Vas a permitir el crecimiento de bacterias buenas y felices que te mantendrán delgada y que alejaran a las bacterias malas que te hace engordar.
No se trata de una dieta restrictiva. Lo que esta dieta pretende es atacar de raíz las causas del porque no se puede perder peso al corregir los desajustes hormonales. Es una manera innovadora de transformar nuestros cuerpos de adentro hacia afuera.
Vale la pena intentarlo. ¿Tú qué opinas?
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