Un evento de más de mil asistentes y la coordinación de más de 30 periodistas durante una semana, fue el telón de fondo de una melancolía no fundamentada y casi deprimente de un empleo pasado.
Ese sentimiento se expresaba en forma de una necesidad irracional de protección, liderazgo, impulso y mentoría, en específico de una figura masculina.
Mi lado más feminista se negaba a reconocerlo,pero…
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