A veces me pregunto por qué no tengo un trabajo normal. Ya saben, con un horario de oficina, un jefe, un cheque a fin de mes y el sueño perpetuo de ascender e ir juntando días de vacaciones conforme se gana antigüedad. Pero no. Yo tengo una asociación civil y me dedico a buscar mejores condiciones para los jóvenes en México. ¿Por qué lo hago? Fácil: porque soy joven y he visto lo que eso significa. Es vivir una lucha constante por encontrar tu lugar en el mundo, por ser escuchado y tomado en…
Continuar