Tomar la decisión de salir de clóset no es fácil, y por eso no culpo a las personas que prefieren no hacerlo, pero tengo tres razones basadas en mi experiencia, que pueden animar a quienes dudan hacerlo:
1. Vivir en la mentira siempre es más amargo que aceptar la verdad. Se puede aparentar felicidad, tranquilidad y cualquier otro sentimiento pero es innegable que hay algo que nos carcome por dentro; ese dolor insoportable se vuelve contra uno mismo, llena de ira, de…
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