Son las 4.39 de la mañana y estoy en el antecomedor escribiendo después de comer cereal.
Corre la semana 38 del embarazo, así que a veces hay noches buenas (donde duermo de corrido y todos contentos) y a veces hay noches malas, como ésta, donde no duermo nada y termino hacienda cosas raras como comer cereal y escribir entradas filosóficas y de harta intensidad intelectual.
Ya ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que escribí algo aquí. Si sigo a…
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