Antes que nada señoras, modales, porque protocolo sin formalidad, es vulgaridad.

Me llamo Alejandra, y estoy embarazada. (Ahh!)

9 semanas, para ser exacta.

Tal vez me recuerden por avatares en twitter como @rubikmedia, donde muestro mi faceta de ultra de la UNAM y militante de la Yihad con temas de discriminación y equidad. Paladina de la justicia, el conocimiento, las buenas maneras y los chistes vaciladores.

O quizás por @LaTallaPerfecta, “Entre el zapato y el chicharrón, está el detalle de distinción” marca de lencería creada por ésta la de la pluma, especializada en mujeres de mucho busto, que ofrece sostenes dignos de quererlos remover a besos y apachurrones. (A diferencia de el resto de los modelos feos que pululan por ahí, esos dan ganas de arrancarlos con tijeras de pollero)

O más probablemente como la Dra. Emprendimiento, partiendo y repartiendo consejos a todo aquel valiente que quiera emprender, así como efectivísimas técnicas de autocontrol para no aventarse del Castillo de Chapultepec en momentos de zozobra y necesidad.

Escribo desde que tengo 12 años, - o sea, hace como 10 (sic) - . Redacto mejor de lo que hablo, y soy como la mezcla poética de María Félix, Chava Flores y la patrulla ortográfica.

Comienzo éste blog para transitar acompañada éste desconocido y bienaventurado camino de fabricar al primer heredero de mi imperio.

Y no, no lo digo en sentido figurado.

Bueno y...¿quién es éste hereder@?

Acerca del Bizcocho

Aquí van los antecedentes, porque no se me vayan a perder y luego me las cobran como modelo 2014.

El Bizcocho aterriza en ésta zona postal hij@ de una madre audaz, ágil de pluma y de discurso, viajadora, curiosa, emprendedora, inquisitiva y harto dormilona. Paladina de la justicia, el conocimiento, las buenas maneras y la astronomía en todas sus formas. Cuya característica más inspiradora es que de forma siempre elegante, termina haciendo lo que le da la gana.

Bizcochuelo tiene como padre al Hombre de Acción, hombrazo (mide 2 metros), con torque de tracto camión Kenworth, guapo... No brillante, brillantísimo, no dulce, dulcísimo. Congruente, autónomo, cálido, amoroso, noble, sensible y el ser erguido más huevudo que conozco.
El suspiro de muchas... que aunque no lo dicen, lo piensan.

En resumen, la mejor decisión que he tomado en mi vida.

La mantecadita llega planeada, deseada y programada a una pareja consolidada, con 8 años de convivencia marital.

Una mini familia que ha sorteado ya viscicitudes como la muerte, la enfermedad, pérdidas de empleo, ingresos evaporados, deudas millonarias, pesajes de báscula más bailadores que Celia Cruz, dos negocios levantados (uno acaecido) y un conato de divorcio.

La vida pues.

Y que es exactamente gracias a todo ésto, que el Hombre de Acción y la que suscribe se duermen agarrados de la mano y se dan arrumaquitos más veces de lo estrictamente necesario.

Este es pues, el inicio de la aventura.

Súbanse, que al fin ya llevo carga.
Y disfruten conmigo, este paseo de ombligo saltón, que ya desde ahorita se está poniendo bueno.

Próxima entrega: La historia entre los cromosomas XX y XY