QUE HERMOSO ES SER MUJER Y QUE DIFICIL ES SOBRESALIR COMO TAL

Nací en un año en que el país estaba atravesando una época difícil, mejor dicho mas difícil que lo habitual,  crecí dentro de una familia disfuncional  donde el patriarcado estaba a todo lo que daba,  en esa época y para beneplácito de la sociedad se le decía conservadora, a las niñas nos vestían con vestidos discretos debajo de la rodilla , calcetas hasta las rodillas y zapatos  cerrados de correa,  tenias que sentarte con las piernas juntas y cerradas, las manos debían ir sobre el regazo , bien peinada ya fuera con trenzas o cola de cabello que cuando te peinaban te jalaban tanto el cabello  que tu cara parecía la  de Silvia Pinal  después de tanta cirugía, los ojos se te hacían de chino y al cabo de unas horas no aguantabas el dolor de cabeza, tus uñas debían ser tan cortas que la punta de los dedos te dolían, siempre debías estar muy limpia, los juegos bruscos no te correspondían, debías aprender a ser una dama , las damas no corrían, no reían a carcajadas, no cruzaban las piernas y sus juegos favoritos debían ser “la casita”, “la comidita”  y todo lo que te fuera educando para el futuro, los reyes magos estaban en pleno apogeo, eso de Santa Claus era para niñas ricas y cosas inventadas por los gringos como les decía mi padre,  entonces tu esperabas como loca el día de reyes, escribías tu carta y te la pasabas todo el año portándote bien porque si no los reyes no te traerían nada, mendigos reyes yo siempre me porte bien, jamás me trajeron lo que les pedí!,  durante mi niñez me llenaron de jueguitos de té, ollitas, cazuelitas, cacerolas, platitos, vasitos etc. de diferentes colores, materiales, que iban a parar a una canasta muy grande que tenia para ese fin,  además del típico muñeco bebe que lo único que hacía era abrir y cerrar los ojitos, traían la boquita abierta donde le insertabas un biberón que por arte de magia se lo ponías lo inclinabas y desaparecía lo que simulaba era la leche,  tuve que inventar varias veces que los había perdido, mi curiosidad me había llevado a romper más de dos para saber en dónde estaba la magia,  también me traían rebozos para cargar a mis lindos muñecos,  los que yo ocupaba para ponerlos sobre mi cabeza, atorados con una gran cantidad de pasadores para simular una linda peluca de cabello largo. Por razones de enfermedad traía el cabello corto y mi sueño era traerlo largo, así que con la ayuda de estos rebozos lograba hacerlo realidad. Siempre fui una niña muy especial, mi padre admirador del concepto mujer femenina, llego a gritarme “machorra”  en ese tiempo no tenia idea de que me quería decir exactamente pero pensaba que era algo muy feo pero no me importaba,   cuando mi padre salía a trabajar solía ponerme los zapatos de mi hermano que eran parecidos a las botas de minero, le compraban este tipo de zapatos porque era un castigo por ser tan malo en la escuela,  no importaba que me quedaran grandes mis pies siempre han sido pequeños, entonces me ataba las agujetas fuertemente para que no se me salieran,  jugaba trompo, canicas, y todo aquello que no podía hacer como “señorita”,  fui creciendo y entonces mis juegos favoritos eran ser la Dra. La maestra, la empresaria,  algunas veces la hice de secretaria aunque nunca fue mi favorito,  me compraba uñas de plástico que se metían en los dedos  me pintaba los labios con paletas de dulce de color rojo, porque jajajaja si mi padre me hubiera visto, hubiera muerto solía decir k  las mujeres k se pintaban la boca    de rojo parecía k habían comido pitayas,  tampoco tenía idea de lo que me hablaba,  en mi adolescencia me sentí al patito feo me chocaban mis brazos y al parecer no lo he superado siempre me han parecido de luchadora, además de pensar que me sobran muchos kilitos, me case o? me tuve que casar a los 15  por razones obvias, seguí estudiando y a los 18 años empecé a trabajar, Ahí fue mi primera experiencia con el mundo de los hombres, en donde mi primer jefe que tenía 50 años se la pasaba invitándome a salir y yo lo rechazaba, razón por la cual me despidieron por no ser competente, fue un golpe muy doloroso ,trabajos fueron, trabajos vinieron, me hice de experiencia seguía estudiando, me fui preparando más, hasta que llegue a auxiliar contable de una empresa inmobiliaria, donde se me dio la oportunidad de ser la contadora, motivo por el cual mi jefe me pedía voluntariamente a fuerza que le presentara mes a mes sus declaraciones, empecé a ser su secretaria particular y  la contadora de la empresa, ahí me di cuenta que si quería sobresalir tenía dos opciones, o me portaba muy amable con mi jefe o trabajaba el doble, opte por lo segundo aunque era la forma difícil, pensé que sería la más digna,  después de ahí fui probando nuevos empleos en donde algún jefe me ofreció casa, coche, negocio, y como siempre volví a salir huyendo  de ahí antes de que me corrieran por no dejar que me nalgueara el dueño,  hubo otro que abiertamente me solicito ser su amante porque en su casa su mujer no quería hacer el amor a diario con él, ofreciéndome ser su socio, claro el me decía quien mejor que tu para llevar  el laboratorio, eres muy inteligente, llegue a preguntarme si creían que la inteligencia la traía en las nalgas ,  llegue a ser contadora de una empresa parte de un gran consorcio, aun recuerdo la primera junta en el DF la cual se hiso en un restaurant muy famoso , íbamos todos los contadores de las empresas integrantes, yo era la única mujer  entonces llego el gerente general del consorcio, al presentarnos el me hiso la siguiente observación “Srita” Ud. Que hace aquí debería de estar haciendo sus labores en la cocina” todos voltearon a verme  sentí que la tierra se habría  y respondí muy seria, no estoy en la cocina porque me estoy preocupando que su empresa funcione porque su anterior alcohólico contador la dejo patas para arriba,  se hiso un terrible silencio y la junta siguió sin mas comentarios,  llegue a una empresa a regularizar su situación fiscal en donde después de un tiempo pude llegar a ser la administradora general, pero ahí no hubo acoso, ahí hubo violencia verbal, mi jefe estaba neurótico, soporte gritos, malos tratos hasta que dije basta!!!, fueron años de soportar injusticias, ya como administrador volví a entrar a otra empresa en donde al primer grito de mi jefe puse mi renuncia,  gracias a mi capacidad no fue admitida y seguí trabajando, no sin ganarme el respeto de mis jefes y el odio de mis compañeros,  por llegar a poner orden, me llegaron a involucrar con uno de mis jefes,  ahí supe que el peor enemigo de una mujer es otra mujer,  no entiendo aun como es que no aceptan el éxito de una mujer sin pensar que tienes que acostarte con alguien para llegar a donde has llegado,  me retire un tiempo por razones personales,  al entrar nuevamente a trabajar , un día me vi con la mano de mi jefe en una pierna diciéndome que si quería llegar a otro puesto más alto dentro de su empresa, quiete su mano de mi pierna, seriamente le pregunte hablemos de cuanto más  por mas responsabilidades, fui tan contundente que no hubo ningún acoso mas, pero claro hubo represalias muy duras,  soporte un año y renuncie, ahora me dedico a llevar contabilidades por mi cuenta,  si alguno de mis clientes se pone cariñoso simplemente le devuelvo sus papeles,  el problema que he encontrado es ..  Que ahora me han llamado las esposas de algunos de mis clientes, para preguntarme si de verdad soy su contadora,

Me pregunto qué Diablos pasa con esta sociedad, porque no os dejan avanzar, muchas veces me he preguntado si yo soy la que provoca todos estas “equivocaciones”  he procurado ser lo más profesional posible, y no entiendo… no entiendo esta maldita sociedad machista.

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