Baje rápidamente las escaleras y salí presurosa del hotel, cámara en mano busque la mejor posición para poder estar lo mas cercano a mi objetivo, la gente se aglomeraba y yo pasaba entre ellos empujando a quien se atravesara, sabia que venían subiendo por el retumbar de los tambores, un día antes ya me había percatado que en cuanto empezaban su triste tocar era por que se aproximaba la procesión correspondiente, todos los días había una diferente, pero morbosamente yo había esperado el martes ansiosa de ver “en vivo y a todo color” como se flagelaban esos hombres encapuchados los cuales solo conocía por los medios, le llamaban “la procesión de las animas” esta es donde desfilan los encruzados, flagelantes y animas (se les llama así a las mujeres que participan en dicha procesión) , era impresionante ver como hombres y mujeres hacían su recorrido, todos absolutamente descalzos, las mujeres iban vestidas totalmente de negro y en sus pies desnudos llevaban un grillete de donde salían unas cadenas bastante gruesas y pesadas, no conforme con esto, caminaban encorvadas llevando un Cristo entre las manos, los hombre vestían una especie de faldón negro con una cinturilla y el dorso desnudo, los encruzados cargan sobre sus hombros gruesos rollos de varas de zarza con espinas, las cuales se incrustan en la piel de sus hombros, pero aun esta lo mas espectacular, los flagelados!!, hombres que al igual llevan el dorso desnudo, el faldón, descalzos, a diferencia de los encruzados estos llevan una pesada cruz, a determinado tiempo paran y con un flagelo(es una especie de fuete que de la punta salen varios hilos gruesos terminando en un nudo de las que brotan como unas pequeñas lancetas) se golpean la espalda hasta sangrarla, y aun después de que sus heridas son lastimosas ellos siguen flagelándose sobre las mismas, su piel iba adquiriendo un color morado oscuro casi negro, a cada golpe que daban, es perturbador ver como el flagelo se incrusta una y otra vez, haciendo cada vez mas grande la herida, estaba boquiabierta, desencajada, sostenía la cámara frente a mis ojos, mis manos la atrapaban como queriendo no perder detalle alguno sobre esa procesión, al terminar volví lentamente a mi habitación, no podía creer que hubiera personas que disfrutaran, (¿bueno y realmente lo disfrutaban?), no podía imaginar que era lo que realmente los motivaba a hacer tanto daño a su cuerpo, ¿como era posible que soportaran tanto dolor? Y sobre todo no comprendía que alguien por voluntad propia se lastimara tanto; me recosté en la cama, regrese la película y volví a ver las escenas que tanto me habían impactado; mi mente se formulaba una y mil veces las mismas preguntas, deje a un lado la cámara, apague la luz y quise dormir, el shock fue tremendo ya que me costo trabajo conciliar el sueño, el sol entraba por las cortinas de mi habitación cuando abrí los ojos, con toda la calma del mundo me levante, me di una ducha, me coloque el traje de baño, un “pareo” y me subí a la alberca, rápidamente tome una silla de playa la coloque a la sombra y me senté cómodamente, no podía borrar de mi mente las escenas de la noche anterior, por supuesto seguía juzgando duramente a esas personas sin conocer, ni siquiera podía imaginar los motivos de su decisión, de pronto escuche como si una voz dentro de mis pensamientos me dijera ¿y tu? Acaso ¿tu no haces lo mismo?- ¿Perdón? , ¿Haber cabecita que nueva idea se te ha ocurrido ahora?
Fue en ese momento cuando a la orilla de esa alberca mi propio yo me empezó a cuestionar; - ¿Recuerdas porque estas aquí?- Claro me dije para descansar, -no- me contesto esa vocecilla que salía de mi mente, -se honesta contigo misma y reconoce porque estas aquí-, bueno pensándolo bien y siendo realmente sincera conmigo misma pues??? (No quería aceptarlo, pero tampoco me iba a engañar sola así que haciendo acopio de valor tuve que responderme) esta bien, porque no quise quedarme en casa revolcándome en el dolor que me causaba el que mi pareja se hubiera ido sin importarle nada, ¡ah! Vamos por buen camino y ahora dime; ¿cual es el parecido que encuentras entre tu y esas personas que anoche se flagelaban y a las cuales les has criticado tan duramente? , la verdad no encuentro en que nos podamos parecer?, yo ni andaba descalza en calles empedrada ni con grilletes, ni cargando varas que me lastimaran y mucho menos flagelándome, como podía compararme con ellos , entonces mi voz interior me respondió “ellos lo hacen como penitencia y una vez al año, además con este acto son admirados y respetados por toda la comunidad, ellos deben ganarse el derecho de ser elegidos para este gran día, (mira si están locos me dije, que gente tan masoquista) pero tu, ¡otra vez la misma canción caray!, tal perece que me afecto tanto el haberlos visto que mi yo interior ya empezaba a delirar creyendo que yo formaba parte de ese grupo tan “selecto”, nuevamente esa “vocecita” comenzó a incomodarme- veamos ; no llevas físicamente una pesada cruz, no caminas encorvada, ni cargas un rollo de varas con espinas, ni traes atado al pie un grillete con cadenas y mucho menos un flagelo, - lo ves? nada que ver con tus comparaciones – le conteste ¡Claro que si!, ya te diste cuenta que tu has representado los tres papeles?, en algunas ocasiones te has puesto el disfraz de “anima” en otras de “encrucijada” y en otras mas la de “flagelada”, ja ja ja ¿vaya que tienes sentido del humor o ¿es que ahora me debe dar por sentirme la “victima”? Nada de eso solo que tienes que darte cuenta que tu vida sentimental no ha sido de lo mejor, -OK. lo acepto ¿Y? – como que ¿y? Ahí radica tu parecido a estas personas, espérame, a que demonios te refieres? Que tiene que ver mi vida sentimental con todo esto? Pues bien te lo explicare a manera de que lo comprendas ya que tienes frente a ti la respuesta y no la quieres ver.
Por años has llevado también voluntariamente una pesada cruz-, yo? –si- tu hiciste tu propia cruz y te la cargaste, le pusiste el peso y tamaño exacto que querías cargar, -haber explícamelo mas detenidamente, porque la verdad no lo entiendo muy bien-, -acepta que al conocer a tu pareja sabias de antemano que no te convenía y aun así terminaste aceptando esa relación, la cual a través de los años ha sido como cargar una cruz y que conforme pasaba el tiempo se volvía mas pesada, te pusiste un grillete en el pie unido a la cadena de su presencia, ya que por mas que no te permitía avanzar al ritmo que tu querías no te importo, seguiste recorriendo caminos no solo empedrados de problemas sino que también de lagrimas y lamentaciones, jalando todo el peso de las cadenas que su desamor te proporcionaba, cuantas veces no caminaste encorvada (metafóricamente, claro esta) por su forma de ser que te denigraba, tu autoestima quedo hasta el suelo, te doblego tanto que tuviste que pasar un año en recuperación y aun no has aprendido a caminar derecha, bueno no hablemos del flagelo, -recuerdas cuantas veces se fue? mismas que regreso porque lo permitiste, o sea fue como golpearte una y mil veces la misma herida hasta sangrar, no te tuviste un poco de consideración, ya que aun con las heridas mas profundas que te pudiste hacer de tanto golpe seguías flagelándote una y otra vez, sin importarte el dolor que esto te causaba,- y bueno ahora dime cuantas veces al año lo realizabas? Y si no mal recuerdo no fue un día como estas personas, fueron años, todos los días, ahora comprendes? Ahora vez la similitud entre ellos y tu? Bueno y creo que ahora ellos estarán sufriendo pero felices de haber llevado a cabo una misión que les enorgullece, seguramente su familia estará con ellos, sus esposas o sus hijos, o sus padres o sus hermanos, en fin estarán bien cuidados por alguien que los admirara por ese acto heroico, pero y tu estas orgullosa de lo que ha pasado en tu vida? Quien te esta felicitando por el heroico acto de salvajismo hacia tu persona? ¡Nadie!, ya te diste cuenta que ahora estas sola, desconcertada, triste porque estas tratando de dejar tu dependencia al sufrimiento? Y lo peor del caso es que estas buscando un pretexto para volver a cargar tu cruz, tus varas, encorvarte y comenzar a flagelarte nuevamente, por supuesto tus heridas son tan profundas que tardaran en sanar, pero tienes que decidir si ya fue suficiente o seguirás haciendo penitencia y mas profundas tus heridas, hasta que llegue el día en que el dolor sea tan insoportable que termines con tu voluntad de vivir.
-Mamá si sigues ahí vas a terminar como bistec asado- escuche decir, era mi hijo que con su comentario me había sacado de mi dialogo interno. Nuevamente recorrí la silla hacia la sombra pues en la profundidad de mis pensamientos no me había percatado de que el sol ya había quemado mi piel, los brazos y las piernas estaban rojos y comenzaba a sentir ardor en ellos, me puse un poco de crema, y con esto di por terminado mi dialogo interior, desde entonces te puedo decir que cada vez que recuerdo la semana santa en Taxco doy gracias a ese ser superior que me llevo hasta ese lugar en donde pudo mostrarme con hechos lo que yo estaba haciendo con mi vida, y ahora no te digo que ya no me castigo porque seria totalmente falso, ya que en ocasiones empiezo a fabricar nuevamente mi cruz, o me pongo mi “amado” grillete para ver a donde me encadeno, y bueno que decir de mi deporte favorito el flagelo, hay días que busco desesperadamente uno cualquiera y empiezo a golpear hasta sangrar, pero sabes algo? estoy aprendiendo a quererme un poco mas, a preocuparme por mi y sobre todo cada vez es menos el tiempo que ocupo auto castigándome, tengo la esperanza de que llegue el día en que yo no vuelva a ser la protagonista de “la procesión de las animas” aun siendo Semana Santa.
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