Cómo por qué he de amar tus días grises si apenas soy capaz de abrazar los míos,

para qué tragar en el nombre del amor dramas ajenos si apenas puedo digerir los míos,
para qué comprarme eternos simulacros de aquello que jamás va a pasar,
para qué ser bastón si apenas puedo caminar con los dos pies en el suelo.
Quiero dejar de abrazar otras incertezas para tomar cada una de mis dudas
para ver como me crece la confusión entre cada uno de mis dedos,
y olvidar mi reflejo en otras pupilas
como si de ello dependiera mi salvación.
Preciso una mano que me sostenga y no al revés
cinco dedos ajenos que no me pesen,
pero que tampoco sean tan livianos que ni se sientan,
quiero seguir mis propios pasos
 y mirar con el rabillo del ojo unas pisadas que me acompañan,
unos pasos ajenos pero míos.
Busco dormir abrazada a un cuerpo y no a una eterna historia
 de esas que huelen a naftalina y olvido
 de esas que se pegan al alma a fuerza de nostalgias
 de esas que todavía pueden mirar un futuro y no solo el pasado.
Quiero ser motor y no el volante
quiero algunas veces dejar de decidir,
evitar ser yo la que siempre elija el rumbo de cada historia,
dejar de ser poesía y volverme historia
dejar de ser paliativo de ajenos
y ser solo mi propia medicina.

Vistas: 136

Comentario

¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!

Únete a Mujeres Construyendo

Contacto

info@mujeresconstruyendo.com

Miembros

¡Sigamos conversando en nuestras redes sociales!

 



© 2024   Creada por Mujeres Construyendo.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Política de privacidad  |  Términos de servicio