Me pregunto que habré soñado, pues al despertar, casi siempre el sueño se me deslíe como agua entre los dedos y no retengo nada de él. Pero hoy me quedaron, muy vívidos, dos recuerdos y los dos se refieren a allgo de comida. ¿Habré tenido hambre?
Me veo, siendo jóven, pero ya con mi primera hija, llevandola en su carreola, yendo a buscar yogurt, que solo lo conseguía uno en la tienda que quedaba cerca de la "W". No me siento ya muy segura, pero creo que era en la calle de Luis Moya, en el centro. Lo vendían en unos tarros de vidrio y de terracota, con las letras en rojo, que decían LACT BALKAN y había una vaquita junto. Era delicioso ese yogurt!. Como cliente asiduo, llevaba uno los tarros vacios para hacer recambio.
El otro recuerdo es el estar ya adentro del almacén, donde vendían pastas: ravioles, talllarín, macarrón, lasagna,etc. Trás el mostrador, usualmente se encontraba una señora ó italiana ó descendiente de italianos, pues su tipo era muy marcado y lo más seguro es que ella misma las hubiera hecho. Eran las mejores que se encontraban en el mercado. El nombre de la tienda era PASTITALIA. Ahora al estar escribiendo el nombre sé que actualmente existe una fábrica de pasta que tiene ese nombre, ¿serán los sucesores de esa tienda ó me habré equivocado en mi recuerdo?. La tienda se encontraba en San Juan de Letrán. En ese entonces se podía caminar por esos lugares de una forma más tranquila,más pausada, habían menos coches, menos tránsito, menos gente.
En ese entonces vivía en el centro, en la calle de José Ma. Marroquí, entre Independencia y 5 de Febrero, así es que a píe me recorría esas calles y más. Iba, por l o general, al mercado de San Juan y compraba frutas y verduras y pollo y pescado fresco todo y apetitoso.
Fué una buena época y sus recuerdos gratos.
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo