Cuando nos compramos un vehículo, en general,  lo primero que solemos hacer, ya sea por obligación o por tranquilad, es contratar un buen seguro. Este seguro nos garantiza que si nos dañan o dañamos, nos asaltan, nos perjudican la fachada o perdemos la totalidad del uso del vehículo, contaremos con el capital necesario para encontrar la solución.

Contrariamente, en nuestro país suele ser muy baja la intención de contratar un seguro de vida privado. Culturalmente, consideramos que la protección que nos da el trabajo o la tarjeta de crédito suele ser suficiente… pero desde Finanzas Integrales nos seguimos preguntando: ¿no es contradictorio que nos tomemos el tiempo, paguemos un dineral y tengamos consciencia para proteger nuestro vehículo y no así de nuestras vidas? 

Lo irónico de este tema es que si tu vida no está protegida, ¿quién va a manejar el vehículo que sí protegiste?

El seguro de vida genera incluso una aversión para la gran mayoría de las personas, porque los asocian al fallecimiento, sin embargo, estas personas están dejando de ver que se trata de un servicio que posee grandes beneficios y principalmente, brinda la tranquilidad de saber que pase lo que pase tenemos un respaldo. 

“Cuando yo contraté mi seguro de vida personal a mis 27 años, fue una pregunta la que me facilitó la decisión: ¿si tenés la gallina que pone los huevos de oro por un lado, y los huevos de oro por otro; qué protegerías? E inmediatamente tomé conciencia de que yo soy mi principal fuente de ingreso y mi activo más importante; yo soy la gallina que pone los huevos de oro y por eso necesitaba estar preparada para cualquier inconveniente que pueda presentarse”, explica Natalia Gorgoschidse, socia fundadora de Finanzas Integrales.

Por eso, a la hora de pensar en un seguro de vida, debemos pensar en mucho más que la fatalidad, debemos tener en cuenta también:

• Enfermedades graves
• Imposibilidad físicas
• Internaciones prolongadas
• Invalidez total o permanente
• Y sobre todo… ¡Capitalización!

Mucha gente se esfuerza en ahorrar toda su vida “para dejare x importe de dinero a mis hijos” sin darse cuenta que la contratación de un seguro es el logro de un gran porcentaje (sino el total) de ese proyecto.

Es hora de comenzar a informarse mejor, este es tu próximo gran paso.

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¡Buenas finanzas!

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