Me contaba en Ammán Armas Marcelo, opíparo, la reflexión que hacía ya no sé qué escritor sobre el intríngulis del hecho literario.

La narrativa ha de contar, ineludiblemente, con elementos propios, sustanciales, constitutivos de su poder de persuasión. Debía ser el autor de esta idea del siglo XIX, pues para él la materia narrativa estaba hecha de religión, aristocracia, sexo e incógnita. Con estas herramientas, se decía, el éxito es seguro. Nada más fácil, pues, como demostró luego aplicando todas las reglas a la minificción:

“-¡Oh, Dios mío! –dijo la condesa-. Estoy embarazada y no sé de quién”.

Gonzalo Escarpa

Imagen: El café o la cupletista y los chulos. Grabado de Ricardo Baroja

Escuela de Escritura

Vistas: 125

Comentario

¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!

Únete a Mujeres Construyendo

Contacto

info@mujeresconstruyendo.com

Miembros

¡Sigamos conversando en nuestras redes sociales!

 



© 2024   Creada por Mujeres Construyendo.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Política de privacidad  |  Términos de servicio