Mientras los participantes de Campus Party México asisten a los distintos eventos en busca de las últimas novedades tecnológicas, de repente nos encontramos con una muy atractiva edecán que atrae la mirada de varios de los presentes hacia su trasero e incluso le toman fotografías sin que a ella parezca molestarle. Sí nos acercamos, observamos que todo el alboroto es porque esta joven trae impreso en su vestido justo en la zona de las nalgas, un código QR que hay que escanear para ganar algo.
Entretanto, en otra de las pistas de este evento podemos escuchar una conferencia donde el ponente nos ilustra la manera en que puedes hackear a una mujer. En esta ponencia, además de recurrir a todos los estereotipos existentes sobre las mujeres y su capacidad de ser “seres inexplicables”, el ponente incita a los hombres a ser machos alfa para conquistarlas.
Frente a estos hechos se da en tuiter una serie de denuncias sobre la falta de equidad, la objetivación de la mujer y sobre la misoginia que esto representa. Esto provocó que la campaña del código QR se retirará y que al menos la empresa responsable de la conferencia se disculpara escuetamente.
La pregunta del millón es ¿realmente son actos discriminatorios para la mujer o solo se trata de una exageración de quiénes levantaron la voz para denunciar estos actos como faltos de equidad y misóginos?
Si uno le preguntará a los mexicanos que tanto discriminan, seguramente la mayoría responderíamos que nada o muy poco, que respetamos a los otros como a nosotros mismos. Pero la realidad es que la sociedad mexicana es una señorita mojigata de marcada doble moral.
Ya lo hemos visto con todas las opiniones que se han vertido acerca del uso del término puto en los partidos de la selección mexicana. Al final que tanto es tantito, si es en medio de la fiesta, si no se lo están diciendo a nadie en particular, si al final no significa lo que dicen que significa.
Sí porque esa señorita tan educada y bien portada sabe mucho de corrección y buenas maneras. Sabe sonreír y abrazar a los desvalidos para la foto de sociales, sabe decir “ciudadanas y ciudadanas”, se llena la boca alabando la cultura de “nuestros indígenas”, Se regodea en sus actividades “Gay friendly”.
Sin embargo esa misma Señorita es la que te guiña coqueta y te dice: es solo una palabra; la que regaña a las mujeres indígenas y les exige tener menos hijos; la que coloca a la mujer en el papel de cartel publicitario; la que se escandaliza si dos hombres se toman de la mano por la calle; la que te dice fastidiada que si la mujer es violentada es porque ella se lo busco.
Esa sociedad que ante los hechos sucedidos en el Campus Party México voltea indiferente a otro lado y acusa de feministas locas a las mujeres que acusan, la que al igual que con la palabra puto, esgrime los típicos argumentos: es solo un juego; tú le estás dando un significado que no tiene; pero si todo el mundo se divirtió, total que tanto es tantito.
Yo pienso que la nuestra es una sociedad profundamente discriminadora e intolerante pero lo oculta detrás de la máscara de la corrección política y la guasa. Por eso mismo es tan importante no dejar de denunciar todos esos actos que de tan cotidianos y “divertidos” ocultan todo el peso de la discriminación y la intolerancia. La respuesta es sí, cuando dejmos pasar actos como los que he mencionado estamos contribuyendo a la discriminación hacia la mujer. Y eso es algo que no debemos dejar de denunciar.
Comentario
Ay chicas les agradezco mucho que se hayan tomado la molestia de leer mi escrito y me da mucho gusto que opinen y dscutan porque esa es la forma en que vamos cambiando las cosas.
En estos momentos sus palabras, son un gran regalo gracias
¿Si ya se dejó escanear el letrero en las nalgas? O sea, ¿estás infiriendo que es culpa de la chica?
Evidentemente, ella acepto el trabajo y se prestó para algo así. Sin embargo, esa es exactamente el tipo de violencia del que hablo. Al final, no importa que haya sido idea de un hombre, se termina culpando a la mujer.
Parece que no ganamos una.
La discriminación es un mal tan introyectado en la sociedad mexicana que ni siquiera se dan cuenta cuando la ejercen.
En México te discriminan por ser mujer, niño, adulto mayor, homosexual, moreno, pobre, indígena, obeso, "naco", "provinciano", chilango, soltera, divorciada, "promiscua", por tus convicciones religiosas y políticas, por ser emo/skato/reggeatonero/salsero...y así me puedo seguir ad infinitum.
La regla de la sociedad mexicana es muy simple: "Mientras más te parezcas a mí, más te acepto". Como no hay diversidad genética (la variedad racial es quasi-nula) se asume que todos somos iguales, que todos aspiramos a lo mismo y que todos encajamos en un único molde.
Me entristece de sobremanera como las mujeres son (y digo son porque yo no lo hago) cómplices de ésta violencia hacia ellas mismas. Se llenan la boca llamándole a otra mujer "zorra" "puta" "gorda", defiendiendo al tipo de "la mala mujer", "la arrastrada".
Ese comportamiento solo favorece y da permiso a hombres ignorantes (y a otras mujeres) a continuar con el ciclo de la violencia.
Si buscamos que los hombres nos respeten, debemos poner el ejemplo, respetándonos a nosotras mismas, y a otras mujeres por igual.
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