Cuando le das un regalo a otra persona, normalmente lo envuelves con un buen papel y un buen moño para entregarlo. Las personas que reciben este regalo, pueden imaginar qué esperar al abrirlo dependiendo de la envoltura. Hoy en día, hay muchas opciones para ser creativo y provocar curiosidad cuando recibes un presente. Entre más creativo y diferente es la envoltura, puedes percibir el interés que le puso la otra persona a este detalle. Además de que puedes imaginarte qué esperar del contenido.
Si ves tu apariencia como parte de tu marca personal, piensa que es cómo la envoltura de un regalo. Las personas van a hacer ciertos juicios y expectativas de lo que pueden esperar de ti, con tan sólo verte la primera vez. Si no cuidas los detalles de tu apariencia, esto puede repercutir en la credibilidad que proyectas.
Recientemente fui a hacer una propuesta para código de vestimenta en un corporativo. Les enseñé una foto mía de mis inicios en lo profesional, dónde si bien estaba teniendo un buen desempeño, recuerdo que hubo momentos en los que clientes o prospectos, pedían que fuera mi jefe o el director quién cerrara una negociación. Yo no lograba entender por qué si mi jefe me había dado la autoridad para hacerlo, seguían pidiendo hablar con él. Inclusive pensaba, que el que mi tarjeta de presentación no dijera el puesto que tenía, podía influir en esto. Al analizar la foto al día de hoy, me di cuenta como aunque fuera un saco, me quedaba grande, flojo, suelto de las mangas y los pantalones tenían mal el largo de la bastilla. Por supuesto que hacía falta pulir mi apariencia para lucir más profesional.
Estos pequeños detalles, me pasaron desapercibidos en ese momento, es cómo entregar un regalo con el papel un poco arrugado o con el moño chueco: si hay una envoltura, pero le falta pulirla para que se vea impecable. El día que me di cuenta como esos pequeños detalles afectaban mi imagen profesional, mi carrera dio un giro de 360 grados y fue entonces qué empecé a proyectar esa autoridad y credibilidad inmediata. Mis cuentas crecieron y los clientes se sentían cómodos cuando yo cerraba las negociaciones; ya no había quién pidiera hablar con mi jefe.
A muchos nos pasa que pasamos por alto pequeños detalles a la hora de vestir en lo profesional. Lograr cuidar que absolutamente todo este en orden, permite que tu imagen tenga un mensaje impecable y de credibilidad, que sea congruente con lo se espera de ti y por supuesto cuidar que sea consistente todo el tiempo. El día que te relajas y no cuidas la envoltura, puede que alguien decida no abrir el regalo para ver el contenido.
Foto “© [julien tromeur] / [PhotoXpress]
Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. Acelerando el potencial de las personas. www.alemarroquin.com twitter @a_marroquin
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