Otra vez: dejar de fumar.

Ahora sin medicamento ni parches, sin más auxilios que mis fuerzas. No es soberbia, es que…

Ya tengo algo de experiencia en el asunto, este es el tercer intento. La primera vez casi lo logro por un año. Y digo casi porque fueron once meses y llegué a fumarme unos cuantos en este lapso. Casi porque contaba con el auxilio de un medicamento para inhibir la ansiedad y un programa de modificación de conducta, casi porque en cuanto me separé del padre de mis hijos volví a caer en la dependencia a cuenta de la tontísima auto-indulgencia.

La segunda vez fue un fracaso estrepitoso. Lo más que lograba era no fumar el fin de semana mientras no asomara la nariz fuera de mi casa. Pretendí volver al medicamento (entonces tuve todos los efectos colaterales) y dejarlo poco a poco instaurando un sistema de multas por cigarros fumados en la oficina. ¡Vieran cuánto recolectó la alcancía! Pero nadie dejó realmente de fumar ni se acostumbró a fumar menos. Solo se nos hizo un agujero en la cartera. Una vez más: deposité el éxito de la empresa fuera de mí.

Ahora… veo mi tabaquismo con otros ojos. Claro que me parecerá delicioso, de otra manera no fumaría, pero es en realidad un mal amor. Me lastima, me hace daño, me hace oler a demonios y le percude los pulmones a quien está cerca de mí.

Yo he permitido la dependencia, yo le he adjudicado tantas características, yo le he colgado montón de adornos y soy yo quien se los debe retirar.

Si he librado más duras e inciertas faenas… claro que puedo llevar ésta a buen término. Ahora me tengo de mi lado.

Enero 3 del 2016

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Comentario de Renata Rodriguez el enero 5, 2016 a las 2:45pm: Niñas! no lo creo! Está siendo infinitamente menos tortuoso que lo que fue antes. Tanto que ya no "estoy dejando de fumar", sino ya no fumo... y san-se-acabó! En serio: nuestra mente es poderosísima, mejor tenerla de nuestro lado.

Comentario de Angie Contreras el enero 5, 2016 a las 2:08pm: Querida Renata:

lo más importante sin duda es eso: te tienes de tu lado y ya esa es una gran parte del camino. Y lo mejor es que más que moda, vanidad o prejuicio te has dado cuenta de que es por salud y tu bienestar.

Excelente manera de inicia el año, un abrazo!

Comentario de Renata Rodriguez el enero 3, 2016 a las 12:45pm: Ross, se que no es sencillo, que la adicción es más psicológica que bioquímica y de ahí la necesidad de no bajar nunca la guardia. Con todo: entendiendo que el cigarro es un mal amor que nos destruye... pues si no nos hemos conformado con alguien que nos malquiere... menos nos conformaremos con uno, que de pilón, sale tan caro. Mira que me estoy dando ánimos. Ya veré mañana en día normal de stress de oficina con dos chimeneas compartiendo el espacio. Ya te contaré.

Comentario de Kelebek el enero 3, 2016 a las 11:46am: Flaca querida, lo vas a lograr. Es un hábito durísimo e intentar dejarlo es de lo peor.
Empecé a fumar siendo una niña de trece años y duré casi doce años haciéndolo, poco antes de que estuviera embarazada decidí reunir toda mi fuerza de voluntad y dejarlo. No fue nada fácil, excepto en la etapa del embarazo. Ahora cumplo casi cuatro años sin fumar y todavía es difícil, me parece que siempre seré una adicta en recuperación.