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Hace algún tiempo me encontré un artículo en el periódico en El País, que me quedo dando retumbos desde entonces “La pionera en el olvido”[1], que habla de la escultora mexicana Geles Cabrera, quién inaugura a sus 92 años una exposición que rescata su obra en el olvido. Es la historia, de una artista, como cientos de mujeres al que el mundo glamuroso del arte les cerro las puertas; por ser mujer. Pero que, por azar del destino, al final de su vida y ya en silla de ruedas, su talento y perseverancia es reconocido. Pues Geles nunca renuncio a su arte y su creación, llenado su jardín de esculturas encimadas en los años, les suena?

Y sí, al igual que Frida, la que ahora es un icono de la lucha porque las mujeres tengamos una voz propia, y la que abarrota todas las exposiciones que presenta, tuvo su primera exposición en solitario en 1953 un año antes de morir, y como lo recrea su muy conocida película biográfica, asistió a la inauguración en la cama, ya muy enferma. Y todo esto por ser mujer, porque a Frida el mundo del arte ya la conocía y reconocía, pero bajo la idea que los grandes artistas son hombres y ellos son los que venden. Esta también es la historia que recrea “big eyes”, la cinta de aclamado director Tim Burton; sobre la vida de Margaret Keane, una artista que pinto a las sombras de su marido y sin crédito, durante 12 años!

Seguro es la historia de miles de mujeres de muchas épocas, que tuvieron que hacerse pasar por hombres o resignarse a quedar en el olvido, muchas pioneras, que siguieron anónimamente y sin interrupciones creando y explorando la creatividad de su posición en la sociedad, de su visión femenina, muy a pesar de no entrar en el molde. Yo a pesar de no estar nada relacionada con el mundo de las bellas artes – refiriéndome a la pintura, escultura ect., en una reunión social, una artista mexicana me decía que hoy las barreras para las mujeres son enormes, y paradójicamente, también si ya no eres “una artista joven”, es más difícil obtener reconocimiento. Se que hoy en día, hay más apertura, que a medados del siglo XX, y en mi país hay grandes artistas mujeres muy reconocidas, paradójicamente todas ellas, no son mujeres jóvenes, como parece ser el canon que me describen, aunque menos conocidas por las masas como los hombres artistas, resaltan grandes mujeres como Devora Arango, Beatriz González, Doris Salcedo, María Paz Jaramillo, y recientemente descubrí una artista plástica que me encanta, Olga Amaral, y muchas otras lejos de reflectores que crean maravillosas reflexiones, como la entrañable amiga de mi mamá, la maestra Teresa Pardo, todas ellas quienes han puesto el nombre del arte desde la visión de la mujer en alto. Esta ahora en el público, y en particular en nosotras las mujeres hacerles justicia, en parte, ¿y cómo?, consumiendo su arte (habrá quienes se crispen con esto, pero sí creo que el arte también se consume), visitando sus exposiciones, hablando de ellas.

[1] https://elpais.com/cultura/2018/09/27/actualidad/1538068815_081611....