Es innegable la gran lucha que las mujeres han protagonizado para avanzar hacia su incorporación en la vida económica, política, social y cultural en el mundo. Sin embargo, aún de los grandes avances que se han logrado en nuestro país y nuestro estado, hoy en día sigue persistente la discriminación y la negación de sus derechos fundamentales para una enorme proporción de ellas.

Una de las manifestaciones más lacerantes de esta discriminación es la violencia ejercida contra ellas por el simple hecho de ser mujeres.

La violencia de género es un problema estructural en la sociedad que refleja la desigualdad de poder entre mujeres y hombres, y cuyas manifestaciones son múltiples y están presentes tanto en lo público como en lo privado.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, Si queremos crear economías más fuertes, lograr los objetivos de desarrollo y sostenibilidad convenidos internacionalmente y mejorar la calidad de vida de las mujeres, las familias y las comunidades, es fundamental empoderar a las mujeres para que participen plenamente en la vida económica, en todos sus sectores, libres de toda discriminación y violencia.

Invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente  a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo.

Es importante estar atentas y atentos como sociedad, de que los mecanismos  y la legislación ya existentes en materia de igualdad y de adelanto para las mujeres, sea armonizada de acuerdo a los cambios sociales que se van dando.

Debemos estar pendientes de que el proceso de paridad política se cumpla de manera sustantiva, y que las oportunidades laborales y económicas se den de manera paritaria también.

Situación actual de la violencia de género contra las mujeres en el Estado

Actualmente las cifras de la violencia contra las mujeres revelados por INEGI en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (ENDIREH) 2011,  ubican al Estado de Sonora con el tercer lugar nacional en violencia contra las mujeres (53.66 por ciento), Así mismo, las cifras sobre la violencia contra las mujeres solteras, posiciona al Estado en el primer lugar en el país en violencia contra la mujer en edades del noviazgo.

La violencia psicológica o emocional se mantiene con el más alto porcentaje, por arriba de la media nacional que es de 81 por ciento.

Sonora está incluido entre las 10 entidades por encima de la media nacional en cuanto a violencia emocional, superando por casi 8 puntos porcentuales esta medición. Este tipo de violencia incluye insultos, amenazas, humillaciones y otras ofensas que afectan su estado psicológico y emocional.

Aunado a ello, Sonora se ubica por encima de la media nacional en violencia sexual por menos de una décima porcentual. Este tipo de violencia afecta en mayor porcentaje a mujeres separadas, viudas o divorciadas (mujeres alguna vez unidas), dado que para 2011 casi una cuarta parte de ellas reconoció haber sido abusadas sexualmente por su ex pareja o ex esposo.

El papel del Estado en la erradicación de la Violencia de género contra las mujeres

De acuerdo a la Ley General de acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres, tiene por objeto coordinar la conjunción de esfuerzos, instrumentos, políticas, servicios y acciones interinstitucionales y homogéneas para la prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, con el fin de garantizar el acceso al derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

De acuerdo con el Reglamento para el funcionamiento del Sistema P.A.S.E. las Secretarías, organismos e instancias municipales que lo integran, deberán sesionar de forma ordinaria cuando menos tres veces al año.

No obstante, en el Estado se han realizado desde 2008 trece reuniones ordinarias, de las cuales tendría que evaluarse procesos, cumplimiento de metas en la promoción y ejecución de políticas públicas en la materia de violencia contra las mujeres; coordinación de acciones con las entidades Estatales y Municipales que lo integran; propuestas para el fortalecimiento de los mecanismos jurídicos, reformas y/o armonización de leyes entre muchas más obligaciones conformadas en las reglamentaciones y leyes en materia.

Resulta de gran pertinencia, visibilizar las obligaciones y funciones de cada uno de los integrantes de dicho sistema, para reconocer las acciones transversales, ejecutas o no, en materia de prevención atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, que permitan aplicar en la planeación de estrategias a corto, mediano y largo plazo en la materia de manera estatal.

también es de gran importancia dar un seguimiento a las obligaciones que la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado estipula en referencia a este tema. Entre ellas, el papel a ejecutar por el Estado en la organización y actualización del Banco Estatal de Datos e Información sobre casos de violencia contra las mujeres; su dirección en la aplicación de la Ley de Acceso, de los programas, las medidas y las acciones que se requieran a fin de erradicar la violencia contra las mujeres; su coordinación y seguimiento con las instituciones del Sistema Estatal en el diseño y evaluación del modelo de atención a víctimas en los refugios y unidades de atención y protección a las víctimas de violencia, entre otras acciones contempladas en dicha Ley.

La violencia no solo se ejerce de individuo a individuo. Si las instituciones no cumplen con la obligación de salvaguardar la integridad, y propiciar el desarrollo óptimo de mujeres y hombres con perspectiva de igualdad de género, generan desigualdad de oportunidades y violencia contra las mujeres.

Coartar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, es restringir el desarrollo de la humanidad.

La violencia es prevenible, luchemos por erradicarla.