El tan esperado aumento de sueldo, el préstamo para pagar las tarjetas de crédito, la llamada, el mensaje o correo electrónico de alguien, la cita, el empleo que no llega, el encuentro amoroso, la mirada que nos detone, la palabra que nos anime, la caricia que nos fulminé, la inspiración que nos haga crear, hasta podría decir el autobús, el taxi, el mesero que nos tome la orden, la vendedora que nos atienda, y así podría hacer una larga lista de todo lo que esperamos, que va desde lo mas trivial hasta lo mas complicado.
Algunas veces obtenemos lo que esperamos, pero otras tantas veces no, creo que son mas las veces que nos quedamos esperando algo que no llegara, a eso lo llamo crearnos falsas espectativas de algo o alguien. En esta época que nos ha tocado vivir es muy frecuente que nos ocurra, llamémosle educación, creencias limitantes o historias que nos creamos , porque realmente nadie nos ayuda, tan solo nos creamos ilusiones en nuestra mente.
A donde quiero llegar es a reflexionar sobre cuánto tiempo desperdiciamos esperando.
Hoy me paso algo que me hizo reflexionar sobre la espera y que quiero compartirles:
Todos los lunes tomo el transporte público que me lleva a la oficina donde laboro, es en una esquina del centro histórico, ya que tomo clases de francés por las mañanas de los lunes y los jueves, así que me dirigí cómo siempre a la parada, el transporte tardo mucho en pasar y mientras tanto reflexionaba sobre cuánto tiempo nos tardamos esperando. En mi caso bien podría haber caminado hacia otra avenida donde pasan más transportes, pero me quede a esperarlo, porque sabia que en algún momento pasaría, pero aún así siento que desperdicie mi tiempo y me molestó.
La enseñanza para mi fue darme cuenta de cuantas veces espero y no llega lo que espero y el tiempo he perdido consciente o inconscientemente.
En realidad creo que de muy pocas cosas puedo estar segura que pasaran o llegaran a mi vida y a la conclusión que llego es que es mejor vivir el presente sin crearse falsas espectativas sobre situaciones o personas.
¿A ustedes les ha pasado? ¿Qué opinan? ¿Les resuena en su interior?
Gracias por leerme.
Luz y abundancia en sus vidas.
Alejandra
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