Esta semana leí la pregunta que lanzó Mujeres Construyendo y que me removió por dentro, aunque no me tomó por sorpresa:
¿Qué necesitas dejar ir este mes… para volver a ti?
Y pensé:
Esa pregunta ya me la hizo la vida el verano pasado. Y la respuesta cambió por completo mi rumbo.
Ese verano toqué fondo.
Me encontraba completamente desbordada por la cantidad de proyectos que había asumido.
Formaciones, mentorías, contenidos, colaboraciones… todo lo que me apasiona, sí, pero llevado al límite, sin pausa, sin escucha, sin cuidado.
Mi cuerpo y mi mente dijeron basta.
Y no fue suave.
Fue una crisis en toda regla.
Me sentía vacía, agotada y muy desconectada de mí misma.
Y ahí, sin buscarlo, surgió esa misma pregunta:
¿Qué tengo que dejar ir para poder volver a mí?
Tuve que dejar ir muchas cosas.
Algunas eran externas: compromisos, ritmos, actividades que ya no encajaban con mi energía.
Pero otras eran más profundas:
No fue fácil.
Sentí culpa.
Dudé.
Pero también sentí alivio.
Por fin me estaba escuchando.
Y cuando hice espacio… empezaron a surgir otras cosas.
En ese proceso de sanación y reconexión, comencé a interesarme de verdad por lo que necesitaba mi cuerpo para sentirse bien.
No solo para aguantar, sino para vivir con vitalidad.
Probé, investigué, escuché. Descubrí ingredientes naturales, hábitos sencillos, formas más respetuosas de cuidarme. Y me di cuenta de que no era solo para mí.
Que muchas mujeres como yo —profesionales, emprendedoras, generosas, sabias— también estaban agotadas. También necesitaban frenar, priorizarse, reordenar su energía.
Y ahí tomé una decisión importante: crear un nuevo negocio digital, distinto a lo que venía haciendo.
No fue un “añadido” a mi trabajo anterior.
Fue un nuevo espacio para compartir, inspirar y acompañar desde otra mirada.
Así nació Sabia y Vital.
Este nuevo proyecto me permitió expresarme de un modo más libre, más honesto.
Ya no desde la Andrea mentora o técnica, sino desde la mujer que también busca sostenerse, cuidarse, escucharse.
Y eso implicó también un cambio en mi presencia digital.
No se trataba de reorganizar lo que ya tenía, sino de crear un espacio nuevo, con su propia energía, su propio lenguaje, sus propios valores.
Solté la idea de tener que explicarlo todo.
Me permití compartir desde la experiencia, sin necesidad de justificarme.
Y lo que recibí a cambio fue hermoso: conexión con mujeres que resonaban, intercambio genuino, conversaciones que sanan.
Tal vez no estés en crisis. O tal vez sí.
Tal vez llevas tiempo postergando una idea, un proyecto, una web que habla de ti pero que aún no te has atrevido a lanzar.
Tal vez te estás exigiendo demasiado, o estás esperando ese “momento perfecto” que nunca llega.
Hoy respondo a la pregunta y te la dejo a tí:
¿Qué necesitas dejar ir este mes para volver a ti?
Piénsalo. Escríbelo.
Y si quieres, cuéntamelo.
Porque no hay nada más poderoso que mirarnos con honestidad y decirnos:
“Hasta aquí. Ahora, empiezo de nuevo… pero a mi manera.”
Bienvenido a
Mujeres Construyendo
info@mujeresconstruyendo.com
© 2025 Creada por Mujeres Construyendo.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo