La caída de cabello inducida por la quimioterapia (también conocida como alopecia) es un efecto secundario provocado por el tratamiento utilizado para combatir el cáncer. La probabilidad de experimentar alopecia estará directamente relacionada con el tipo de medicación empleada (quimioterapia).  

Una reseña publicada en 2011 sobre las consecuencias de la alopecia, indicaba que además de ser un efecto causado por la quimioterapia, provoca fuertes repercusiones en la imagen corporal de los pacientes afectados.

Teniendo en cuenta que el cabello es una parte fundamental para la identidad humana, resulta lógico y razonable pensar que la pérdida repentina del mismo tenga repercusiones negativas en diferentes aspectos en la calidad de vida de los individuos afectados.

El enfriamiento del cuero cabelludo puede ser una herramienta de utilidad para prevenir, o reducir de forma notable la caída de cabello provocada por la quimioterapia.

Existe un dispositivo médico de origen sueco, que permite el enfriamiento del cuero cabelludo denominado DigniCap®, que es el resultado de extensas investigaciones por parte de los mejores hospitales universitarios de Suecia, de las Universidades de Umea y Lund, dos de las escuelas más reconocidas por sus investigaciones en materia de salud.

El tratamiento con DigniCap®  consiste en enfriar el cuero cabelludo a una temperatura de 5°C o hasta 3°C, dependiendo del volumen de cabello.

Cuando los vasos sanguíneos en el cuero cabelludo son enfriados, estos se hacen más pequeños, logrando que una menor cantidad de sangre que contiene los fármacos suministrados durante la quimioterapia llegue a los folículos pilosos y de esta forma sea menos probable la caída del cabello. El tratamiento con DigniCap®  se aplicará cada vez que el paciente reciba quimioterapia.

Ana Cervantes, paciente tratada con el sistema DigniCap®, comentó: “Mi vida cambió, ya que desde la primer quimio me hubiera quedado sin cabello. Y eso me ha permitido olvidarme de mi enfermedad ya que me interno al tratamiento el viernes y descanso el fin de semana las secuelas de la quimio y los lunes me voy a trabajar.

Mis actividades laborales son de lunes a jueves en horario normal y los viernes procuro dejar solo aquellas cosas de seguimiento o revisiones pero me permite realmente seguir con mi vida por el hecho de no verme sin cabello, mi calidad de vida es mayor y afortunadamente y gracias a Dios me permite no recordar cada vez que me veo en el espejo de que tengo cáncer triple negativo a pesar que mis pestañas y cejas ya no las tengo.”

FALTA MUCHO POR HACER

No obstante, los autores de los estudios resaltan el hecho de que aún falta mucho por hacer en materia de investigación sobre las repercusiones emocionales frente a la caída de cabello provocada por la quimioterapia. Y es que se ha encontrado que con tal de no experimentar esa caída, un gran número de pacientes –hasta un 8% de mujeres tratadas por cáncer de mama- se han rehusado a someterse a quimioterapia; de ese tamaño es la angustia reportada ante la posibilidad de sufrir alopecia.

En estudios en los que mujeres con cáncer de mama fueron encuestadas sobre la importancia de los efectos secundarios del tratamiento, se encontró que la alopecia se ubicó siempre en las primeras 5 posiciones como uno de los efectos más impactantes. De hecho, tan impactante resulta la caída del cabello entre las mujeres con cáncer mama, que fue descrita tan devastadora como la pérdida de la mama misma.

En general, los diferentes reportes realizados sobre el impacto de la alopecia en pacientes con cáncer reportan afectaciones en otros aspectos de la calidad de vida, aunque sin resultados específicos que se puedan medir claramente. Por ejemplo, en estudios cualitativos, mujeres han reportado que la alopecia está asociada con una pérdida de privacidad, pues la caída del cabello deja entrever en su entorno que la persona está en tratamiento de quimioterapia, además que resulta un constante recordatorio de la enfermedad y confronta al paciente con la seriedad del cáncer.

Algunos pacientes comentaron que la pérdida de cabello afectaba negativamente su entorno social, e influenciaba aspectos como la poca voluntad para volver al trabajo. Cambios en la percepción de ellos mismos y de la autoestima también fueron reportados. Una reducción en la libido y la actividad sexual también fueron atribuidas a la pérdida del cabello, así como una percepción más pobre y de menor calidad en el aspecto corporal en general.

Así de impactante es la alopecia en pacientes que atraviesan quimioterapia, y es justo ahí en donde DigniCap® se vuelve de vital importancia, ya que al minimizarse la pérdida de cabello, los pacientes elevan su autoestima, pueden continuar con sus actividades diarias sin tener que dar explicaciones sobre su enfermedad y afrontan con mayor fortaleza mental y anímica su padecimiento.