He visto un canguro

Me gusta escuchar y contar historias. En los últimos días me han contado dos historias que me dan vueltas en la cabeza, quizá ni son como se las contaron a quienes me las contaron… pero algo le pusieron de suyo para mi. Un canguro y un vestido de novia. Y está esa otra historia que me aburrió antes de terminar. Curioso que la última, la que no tuvo tanto chiste viniese de alguien que escribe, pero no les aburriré otra vez con esa historia que no mereció ser contada, o al menos no por esa persona.

¿Qué hace que una historia ya contada adquiera nueva vida? ¿Es el contexto en que ha sido contada? ¿Para quién es contada?... ¿Es igual que como se escribe?

Me compré un cuaderno que no quiere ser un diario… funciona más como ha sido últimamente la cámara de mi celular, una crónica de cómo veo yo mis días… mi memoria recrea algunas personas y relaciones y vivencias que luego desconozco. Me doy cuenta que he vivido muchas vidas en esta vida… hay recuerdos que al ser contados parecen de otra persona, como si no los hubiera vivido yo. Como si otra hubiese sido la que fue feliz, o la que moría de tristeza.

Me dice un amigo al que vi hoy después de muchísimo tiempo: me gusta escucharte, aunque te pierdes en la historia con otras historias me gusta escucharte. ¿Así comienza alguien que escribe? Primero para si misma, esperando que esa historia que se cuenta un día le interese a otras personas que quieren escuchar/leer?

Me contaba un amigo que en una película una mujer ve un canguro cada que su vida se vuelve un desastre y agarra maleta y se va. Hasta que su hija le dice que cada que quiere huir ve canguros. Y me cuenta otro amigo que leyó de una mujer que dejo su vida para irse a una ciudad, Culiacán y andaba vestida de blanco… luego las personas le regalaban sus vestidos de novia y así andaba por la ciudad: de novia. Despertando historias que no eran suyas. Que si el novio la había dejado en el altar, que si ella era la que se había vuelto loca de amor por otro…

Yo he visto un canguro… y quiero escribir, y pintar y vivir historias de otros y que cuenten de mi vida, historias más novelescas que la que me toco vivir pero fuera de la Ciudad de México, no en otro país sino dentro, ahí de donde se huye.