Mañana hay elecciones intermedias en mi país, México.  Este tipo de procesos levantan pocas pasiones en casi todos los países del mundo. A diferencia de las elecciones presidenciales o de primer ministro, las de medio término tienden a pasar desapercibidas  y sin mayor pena ni gloria.
En esta ocasión, y si la memoria no me falla, estas son las primeras elecciones intermedias en las que leo, percibo y siento a las y los mexicanos interesados. No sé si por las razones idealmente correctas, pero nunca había escuchado tanta polémica, cuestionamiento y pasión por un proceso electoral de esta naturaleza aquí. 
El ánimo general es de fastidio, hartazgo y enojo hacia el gobierno, hacia los partidos políticos y hacia los políticos mismos.  Los partidos han hecho un trabajo pobre y el resultado ha sido, a lo largo de muchos años acumulados, una pobre imagen ante y entre la ciudadanía.  A esto hay que sumar el contexto de violencia generado por el crimen organizado y el combate del gobierno al mismo, así como de la violencia política y la violencia política de género.
Van a votar 82 millones 212,697 mexicanos para elegir 2,159 cargos de elección popular que se reparten en:  641 diputados en 17 entidades entre federales y congresos locales, nueve gobernadores, 993 alcaldías en 16 estados y las 16 delegaciones del Distrito Federal. 
Entre las novedades de este proceso se ubican tres: la paridad, la participación de candidatos independientes y la reelección para diputados locales y presidentes municipales que se elijan en 2015.  Respecto a la primera, la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó criterios de paridad de género en registros de candidaturas de congresos y ayuntamientos.  Queda pendiente para este proceso -y habrá que cerciorarse que para los próximos si se instrumente- la paridad horizontal.  Respecto a lo segundo, se ha tocado el sacrosanto principio de no reelección y habrá que ver, evaluar y dar seguimiento a las acciones y actuación de las y los candidatos electos ahora y que podrán ser reelectos en tres años.  Sobre lo tercero,  es la primera vez que se aprueba la participación de candidaturas independientes para las elecciones locales en una contienda electoral mexicana. 
Es mucho lo que está en juego, grande la desinformación y enormes el fastidio y enojo.  El gran tema de fondo en este proceso es la anulación del voto. Ante la falta de opciones creíbles, respetables y confiables, la anulación de voto suena y resuena con gran fuerza.  Anular el voto, a pesar de ser una opción legítima y válida y una alternativa atractiva para demostrar el hartazgo de la ciudadanía ante los partidos y los políticos, beneficia principalmente a los grandes partidos. ¿Necesitan más dinero, beneficios y presencia? Para nada.
Las alternativas son grises, como esta lluviosa tarde de sábado previa a la elección. Votar por alguien mañana significa, para decirlo sin mayor preámbulo, votar por la opción menos mala. ¿Por quién votar? ¿Por candidatos que hasta ayer defendían a su partido y que por no estar en los primeros números de la lista plurinominal decidieron cambiarse de partido? ¿Por buenas personas apoyadas por partidos de vergüenza? ¿Por candidatos carismáticos con aire en la cabeza y con slogans como propuestas? ¿Por las personas, por los partidos? 
Tengo ganas de anular mi voto, es la mera verdad, pero no lo voy a hacer para no beneficiar a los de siempre. La siguiente pregunta es: ¿Por quién votaré?  Votaría por un buen líder para la delegación, pero se cambió a un partido que merece ser tirado a la basura. (Xiuh, hubieras tenido gran apoyo como independiente... te lo garantizo.) A diputados federales y locales... creo que me voy a llevar una moneda para echar volados, francamente, ningun@ me convence a pesar de haber leído sus propuestas (en los casos en los que hay...) ¿Por mujeres? Están en partidos que dividen y sus propuestas no unen. 
¿Qué información hay sobre ellos? Al menos todas y todos los candidatos a diputados por mayoría subieron su información a Voto Informado. Parece que la presión ejercida sobre ellos hasta hace un par de semanas, sobre todo a Federico Döring que era el que faltaba,  a través de las redes sociales sirvió y todos subieron la información y llenaron el cuestionario. Los plurinominales son los grandes ausentes... la mayoría no ha subido información ni respondido el cuestionario. Suena lógico, tienen que hacer trabajo con el partido, no con las y los ciudadanos y éstos les importan poco. Quieren una curul, no el voto ciudadano.
¿Ustedes ya saben por quién votar?




Enlaces de interés: 

Voto informado
Aquí están las fases del proceso electoral y los tiempos: Proceso electoral 2015
Cobertura de la elección en el Periódico El Pais
Sobre visitantes extranjeros en México
Elecciones 2015: partidos, reelección y candidatos independientes por María del Carmen Nava

Publicado originalmente en Conversaciones de Café el 6 de junio del 2015

@LaClau

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Comentario de Renata Rodriguez el junio 7, 2015 a las 8:57am

Que bueno que te leo hoy. Si hubiera leído esto anoche: no duermo.  Creo que si hay ya un primer cambio favorable: esa efervescencia, aunque sea a cuenta de la incertidumbre y la desesperanza, habla de una ciudadanía más consciente de su propia responsabilidad. Es un primer paso. Sigue dar más lata, exigir cuentas y comportarnos con civilidad.

   Ante la decisión: ni cómo dar receta.

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