¿Cómo tragarnos ese “sapo”?

Realmente estoy muy preocupada por lo que está pasando en mi país. Los resultados de las elecciones presidenciales muestran un revés a la paz y democracia. Una abstención que sobrepasa el 60%, que ya se volvió crónica. Se podría pensar que a ese alto porcentaje de electores que no votan, obedece a varios factores: uno el más importante la falta de conciencia política y participación en las decisiones del país. El desconocimiento y apatía hacia el manejo político, económico y social del país y, la corrupción imperante que se da período tras período, por muchos políticos de turno, en todos los sectores del gobierno. Según la opinión de algunos analistas políticos, el manejo que el presidente Santos le ha dado al proceso de paz, también incide en los electores quienes desconfían. Hay muchas dudas e inquietudes en dicho proceso y en los acuerdos logrados hasta ahora, es poco lo que se conoce al respecto.

Según los resultados obtenidos de las elecciones del pasado 25 de mayo, quedaron para competir por la presidencia del país, los candidatos Juan Manuel Santos (Presidente) en representación de lo que el llama la Unidad Nacional y Oscar Iván Zuluaga del Partido creado por Alvaro Uribe Vélez, partido de extrema derecha.

Juan Manuel Santos no la tiene fácil, si bien es cierto que la política de paz que lleva a cabo actualmente le ha sumado puntos, no asi el tratamiento de los diversos problemas que han llevado a la realización de paros como el agrario, que también aseguran analistas, le pasó cuenta de cobro en las elecciones. 

Tampoco ha hecho una labor destacada en los sectores de la educación y la salud que toca directamente con nuestros intereses, los intereses del pueblo en general. En resumen su política económica y social no le han dejado bien parado y asi también se ha demostrado con el resultado electoral.

La campaña electoral entre estos dos candidatos se caracterizó por la guerra sucia (hackers, espionajes, chuzadas. Etc)  y todo tipó de argumentos bajos.  Se creía que esto incidiría más a favor de Santos, pero los resultados demostraron todo lo contrario.

En cuanto a l@s otr@s candidat@s a la presidencia como Clara López Obregón, Martha Lucía Ramírez y Enrique Peñalosa,  su desempeño fue más bien discreto. Sobresalió la participación de Clara López, los resultados obtenidos son significativos. Igualmente Martha Lucía Ramírez lo que demuestra que también se movió un importante sector conservador.  Enrique Peñalosa no tiene buena aceptación,  como decía un analista político, es muy ambiguo y eso genera desconfianza.   

Algo que resaltaría de estas elecciones es la mayor aceptación de la mujer, la votación por las dos candidatas asi lo demuestra. Aunque considero que aún quedan muchos rezagos de la cultura patriarcal y la machista.

 El país se encuentra inmerso en una polarización.  Pero creo que esta se inclina más hacía una derechización de Colombia.  Estoy totalmente de acuerdo con los planteamientos de María Jimena Duzán en lo planteado en su columna de hoy en Semana: “Si Santos no entiende este momento y ejerce un nuevo liderazgo que lo aleje de esos grandes derrotados que hoy es su Unidad Nacional, integrada por el Partido Liberal, Cambio Radical, y lo que le queda de los conservadores, la ultraderecha se va a tomar este país.”  http://m.semana.com/opinion/articulo/maria-jimena-duzan-el-metodo-d...

Ahora nos queda la no muy grata tarea de decidir en una segunda vuelta por estos dos candidatos. Es muy doloroso tener que aceptar que para que siga adelante el proceso de paz tengamos que reelegir a Santos pero no queda otra opción, frente a una amenaza real del ascenso al poder de un sector de extrema derecha, con visos de fascismo,  tendremos que tragarnos ese “sapo” y más repugnante me parece tener que hacerlo a sabiendas de que quien lo acompaña como su fórmula vicepresidencial, es Germán Vargas Lleras, quien se destaca por su prepotencia, arrogancia y oportunismo.

El candidato Zuluaga claramente manejado por Uribe su jefe político, demuestra total aceptación de una política de terror y guerra sin fin. Una política de  mano dura , que promulgó Uribe desde las elecciones a Congreso. Ya el hecho de decir que si gana las elecciones suspenderá los diálogos de paz, es un indicio más que suficiente para que veamos cuáles serían las consecuencias de su eventual elección.

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