Hoy quiero compartir con todas vosotras una historia que publiqué en 2015 sobre mujeres del medievo, con una protagonista, Iria, una mujer coja (la cojera en la Edad Media era considerado un castigo divino) que descubre que tiene dones para la sanación y es perseguida por un abad sin escrúpulos. 

Esta novela, ambientada en el siglo  XIV es un homenaje a Diosas y mujeres que a lo largo de siglos de historia compartieron un universo de silencio. 

El tema que movió internamente la escritura de este libro fue mi propia convicción de que las mujeres mantenemos una conexión invisible, ancestral a través de los ciclos vitales, en consonancia con la naturaleza, una sabiduría que estamos rescatando hoy día, tras siglos de desvalorización y silencio. 

Este camino proscrito lo hemos compartido mujeres y Diosas. A lo largo de muchos años de investigación y reportajes sobre lugares sagrados de la Península Ibérica y del mundo, aún existe, bajo catedrales y otros monumentos, el latido de las Diosas ancestrales. Los templos que ahora visitamos con una historia particular mucho antes fueron santuarios de las Diosas.Cuando he entrado en estos lugares, además de la historia que guardan hay una voz silenciosa pero llena de poder que nos habla de un pasado encerrado en el silencio. Descubrirlo es descubrir nuestra identidad más profunda, nuestras raíces invisibles, nuestro más íntimo latido. 

Aquí podéis leer más sobre ello, si os apetece: http://milyunalunas.com/palabras/al-rescate-del-sagrado-femenino

Más información: http://milyunalunas.com/