Orzuelos, conjuntivitis, párpados inflamados... Las infecciones oculares son frecuentes, pero muchas se pueden tratar sin dificultad. Te contamos cómo.

El 40 por ciento de las consultas al médico de cabecera por problemas oculares tiene como causa una conjuntivitis. Es una de las infecciones de los ojos más comunes junto con la blefaritis y los orzuelos, según Noemí Casamajó, oftalmóloga del centro Admira Visión. «Las infecciones internas, como la queratitis, que afecta a la córnea, son menos frecuentes», añade.

Todos podemos sufrir una infección ocular, pero algunas personas tienen una predisposición fisiológica a padecerlas. Los tratamientos para su curación son diversos, pero en todos los casos (explica la doctora) se necesita paciencia. «Por lo general, los médicos de familia recetan un colirio y nos remiten a los pacientes por si hay que prescribir algo más preciso, más nuevo o más potente. En muchos casos se disminuyen los síntomas, pero para la curación, el tiempo es la clave». A continuación, te contamos todo lo que debes saber de las infecciones oculares más comunes:

Conjuntivitis ¿Qué es?

Es una inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa fina y transparente que cubre la superficie del ojo. La infección hace más visibles los vasos sanguíneos, de ahí el color rojizo de los ojos. La infección es viral (por diferentes tipos de virus), aunque en algunos casos puede ser de origen bacteriano. Suele comenzar en un ojo y pasar al otro y tiene una gran capacidad de contagio, sobre todo a través de las manos, ya que los virus pueden sobrevivir durante semanas en superficies secas.

¿Cuáles son sus síntomas? Dolor, lagrimeo o párpados hinchados, además de una especial sensibilidad a la luz y propensión a la aparición de legañas. En el caso de la conjuntivitis producida por bacterias, suelen aparecer secreciones de color amarillo-verdoso. La enfermedad puede durar hasta un mes, aunque lo normal es que re mita en una o dos semanas.

¿Cómo se trata? Hay que lavar frecuentemente el ojo con suero fisiológico y evitar complicaciones y contagios a otras personas; por ejemplo, es conveniente utilizar una toalla propia en el baño. También se recomienda el uso de lágrimas artificiales para humedecer e hidratar la zona.

Si la conjuntivitis es de origen bacteriano se puede dispensar un colirio antibiótico.

Orzuelo ¿Qué es?

Es un abultamiento del párpado producido por bacterias que entran en el folículo piloso de una pestaña y bloquean las glándulas sebáceas. Es parecido a un grano y su crecimiento puede llegar a dificultar la visión y causar dolor. Cuando se cronifica y se convierte en quiste se denomina chalazión.

A veces el orzuelo aparece en épocas de estrés o por cambios hormonales.

¿Cuáles son sus síntomas? Enrojecimiento e inflamación del párpado. Aparece sensibilidad en la zona o la sensación de tener arena o un cuerpo extraño en los ojos.

Se debe consultar con el especialista si pasados unos días estas molestias y la inflamación no desaparecen.

¿Cómo se trata? En muchos casos llega a desaparecer en una o dos semanas sin necesidad de medicamentos.

Es aconsejable aplicar calor y humedad en la zona y tener un especial cuidado con la higiene. Si el orzuelo se complica, el especialista puede recetar antibióticos para que remita la infección bacteriana.

Algunos casos muy puntuales requieren una operación ambulatoria para vaciar el orzuelo y sanear la zona.

Queratitis ¿Qué es?

Es una infección interna, generalmente de origen bacteriano y viral, aunque a veces también se produce por hongos, por traumatismos visuales o por exposición prolongada a fuentes potentes de luz. La infección afecta a la córnea y la conjuntiva y debe vigilarse, ya que a veces causa ulceraciones que pueden complicarse. Deben tener especial cuidado las personas que usen lentes de contacto.

¿Cuáles son sus síntomas? El paciente puede sufrir dolor, irritación, secreciones, lagrimeo, visión borrosa…

¿Cómo se trata? Como sus causas son diferentes, los tratamientos pueden incluir antibióticos, antivirales o medicamentos como los indicados para paliar la acción de los hongos o los antiinflamatorios.

En todo caso, una correcta lubricación del ojo ayuda a aliviar el enrojecimiento y la irritación.

Blefaritis ¿Qué es?

Es una inflamación crónica del párpado, no contagiosa, causada por una infección bacteriana o por afecciones de la piel. «Es como una caspa que se acumula en las pestañas, tapona las glándulas y provoca el desarrollo de la infección en forma de orzuelo», explica la doctora Casamajó.

¿Cuáles son sus síntomas? Coinciden con los de otros problemas oculares: ojos rojos, llorosos, irritados... También puede aparecer párpado pegajoso.

¿Cómo se trata? La higiene y los cuidados paliativos (aplicación de compresas calientes, toallitas limpiadoras especiales...) contribuyen a que remita en los casos leves. Si la blefaritis se complica, pueden ser necesarios los antibióticos o la cirugía.

Herpes ¿Qué es?

La infección más común es por el virus Herpes Simplex tipo 1, que puede afectar a la cara y a cualquier parte de los ojos, aunque hay una versión más agresiva causada por el Herpes zoster oftálmico. En muchos casos, el agente infeccioso se mantiene en el cuerpo años.

¿Cuáles son sus síntomas? Ardor, dolor, irritación e inflamación. A veces también dolor de cabeza y fiebre.

¿Cómo se trata? En este caso, la consulta a un especialista es vital para evitar complicaciones. Según la zona en la que se encuentre el herpes y su intensidad, el tratamiento combinará antivirales o antibióticos, antihistamínicos para calmar el picor y corticoides en el caso de afección en la córnea.

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5 consejos para evitarlas

La higiene y los hábitos saludables dificultan la aparición de las infecciones oculares. El National Eye Institute de Estados Unidos ofrece algunas pautas para cuidar los ojos y evitarlas:

- Lávate las manos frecuentemente. Agua tibia y jabón son los aliados para evitar la infección, y aún más cuando nos encontramos en pleno proceso de curación de un problema ocular.

- Cuida el entorno. Un ambiente higiénico, aireado, dificulta que los virus hagan su trabajo. Hay que tener especial cuidado cuando una de las personas que convive con nosotros tenga una infección. Las fundas de almohadas, sábanas, toallas, artículos de maquillaje y, por supuesto, los colirios deben de ser de uso personal.

-Acude a las revisiones. La visita al médico de atención primaria y al oftalmólogo es muy importante para prevenir infecciones, sobre todo en casos de antecedentes familiares o anteriores problemas en este sentido.

-Aliméntate bien. Vitaminas A, C y E, minerales y ácidos grasos Omega 3 contribuyen a una visión más saludable y, por lo tanto, mejor preparada para hacer frente a las infecciones. Todos estos nutrientes los encontrarás en frutas y verduras (sobre todo, las de hoja verde) y pescados como el salmón y el atún.

-Si usas lentes de contacto… Mantén un riguroso hábito de limpieza y manipulación de las mismas. De ese modo, las lentillas no serán una fuente de posibles infecciones.

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