¿Cuántas veces has agarrado un libro que no logras terminar? Por supuesto que hay ocasiones en que uno no se siente enganchado con el tema y cuesta mucho trabajo terminarlo. Se me ocurrió este ejemplo para reflexionar, sobre los proyectos que empezamos y que luego no terminamos.
Parte importante de la imagen que proyectas, implica que todo eso que emprendes sea terminado. Una vez que tomas la decisión de empezar, puedes enfrentarte con retos y obstáculos que hacen que el camino para lograr algo sea más difícil.
Sin embargo, el valor que le da a la persona finalizar los proyectos que se propone, le da no sólo un crecimiento y aprendizaje, sino que habla bien de las habilidades que tiene en lo profesional. Asumir que si no te piden una tarea asignada, no estás obligado a entregarla, afecta tu imagen. En una ocasión, el gerente de un área, me comentó que sabía a quién le podía asignar proyectos y en quién confiar, por que no necesitaba estar detrás de ellos a ver si ya lo habían terminado. Luego le reclamaban otras personas que por que no podían tener mayor autoridad, y más que nada, era por que se daba cuenta que no entregaban tareas asignadas, hasta que no se las volvías a pedir.
Me topo constantemente con ejecutivos que una vez que deciden hacer algo nuevo, empiezan a ponerse justificaciones para no realizar el trabajo completo. Le van dando prioridad a otras actividades y estás van sustituyendo el lugar de sus proyectos iniciales, hasta que se van quedando en el olvido.
Entre más tiempo dejas pasar, más fácil es hacerlo a un lado y olvidar lo importante que puede ser. Una sugerencia para que esto no pase, es asignarle prioridades a tus proyectos y fechas limites para su terminación o fechas determinadas para dedicarles tiempo.
Cuando defines un día y hora determinada, y se lo asignas a tu plan o proyecto en tu calendario, se convierte en una tarea obligada pero no cansada; sabes que lentamente, poco a poco, estás avanzando.
Es importante que te comprometas y le pongas una fecha límite: “Para tal día voy a lograr terminar esto”. Ya sea aprender inglés, ponerte en forma en el gimnasio, un plan de trabajo o un nuevo proyecto.
Piensa qué estás dejando de hacer o haciendo a un lado, que ya pasó tiempo y no lo has terminado, proponte empezar y platícame cuando lo hayas conseguido. Esto te va a hacer sentir muy bien y otros te verán cómo el profesional eficiente que lo que emprende y se propone, lo termina. Entonces, brillarás y podrás sobresalir de entre otros similares a ti.
Foto “© [Jaimie Duplass ] / [PhotoXpress]
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