No quiero que termine este año sin poner unas letras. Como que es obligado decir adios al año que termina y al mismo tiempo, dar la bienvenida al que llega. Antes -oh sí, mucho, mucho tiempo antes- ingenuamente, se hacian muchos propósitos y planes de cambios en la propia vida.Visto en retrospectiva, eso significaba que no se estaba satisfecha con la vida que se llevaba y, lo peor de la situación, es que no se enfrentaba tal hecho, se seguía teniendo puesto un velo, frente a los ojos, frente a la mente y también frente al corazón.
Afortunadamente, a estas alturas de la vida y por esa constante búsqueda, los velos se han echado lejos, la visión es más clara y en el andar, día a día, se corrije, se motiva, se supera uno y asi, ya no se buscan cambios a largo plazo. Así un día sucede al otro y nada más.
Me siento a mi misma, como tristona o desanimada. Busco dentro de mí y no encuentro motivos para sentirme así. Creo que, tal vez se debe a que, estoy saliendo de una fuerte gripe, que se inició el día de Navidad. . Mejor una carita contenta y pulgares arriba !.
Mando mis mejores deseos de salud, de paz interior, de bienestar, de calor familiar.
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