Hace ya alguno años que mi padre, hermanos y algunos amigos me felicitan cada 10 de mayo.

Cabe señalar que no; no soy madre y no, hasta la edición de esta columna , no estoy casada.

Y antes de que las palabras anteriores manifiesten una desdicha telenovesca, de que mi vida es incompleta e infeliz por no ser ni madre ni estar casada… quiero adelantarles que no ha sido así.

Por que sí…también soy mamá.

Así que este día no solo quiero reconocer a las madres que bióticamente lo son, sino aquella que por algunas circunstancias lo son… sin serlo biológicamente.

Debo confesar que al inicio me incomodaba, me hacía sentir fuera de lugar.

Las circunstancias que me llevaron a este momento, fueron, como en casos similares, la falta real de la madre biológica; en mi caso, el fallecimiento de mi madre a una edad muy temprana.

Pero justo en esos 12 años que tenía, aparecieron otras valientes madres que tomaron su lugar; mis queridas abuelitas.

Una de ellas falleció hace algunos años mi abuelita Bertha, y justo el año pasado falleció mi otra abuelita, en la que orgullosamente porto su nombre; mi buelita Eva.

Y así, las tres mujeres que fueron mis madres ya no están; pero dejaron en mi el don de la maternidad, sin ser madre.

Mis abuelitas fueron mujeres que en las ultimas décadas de sus vidas su salud se vio muy mermada, pero fueron estas mujeres y el ejemplo de una madre joven y trabajadora las que formaron en mi, la mujer que soy ahora.

No puedo pasar por alto la mano de una hermana que siempre a estado a mi lado sosteniéndome.

Pero en verdad no quiero que estas letras se trasformen en una tragedia griega, más bien quiero darle respuesta a una pregunta que me formulé hace algunos años:

¿Existirán mujeres que como en mi caso, han tenido que ser madres sin serlo?

Definitivamente.

Creo que todos hemos visto que hay mujeres que nacieron para ser madres y hay mujeres que lo son… y jamás debieron serlo; una verdad que me asegura que el ser madre biológica no te hace ser una madre real.

Las circunstancias por las que celebramos a la madres, no es porque son, sino más bien por lo que han sido, un homenaje a su valor, su entrega, su cariño… al don de formar no una casa, sino un hogar.

Aunque suena como diálogo de spot radiofónico, tuve que sentarme y aceptar que aquello era verdad.

Fue y ha sido muy difícil ver partir a mis tres madres, pero en mi viven sus enseñanzas, su entrega su cariño, y junto con todo eso yo he formado mi hogar.

Siento ese maravilloso don cuando mi hermano menor al que inconscientemente le fui llamando hijo, ve en mi a la madre que perdió hace muchos años. Siento ese maravilloso don cuando preparo un platillo especial no solo por comer; sino porque sé que toda mi familia se sentará a la mesa al grito de …¡ a comerrrrr!

Así que debe ser.

Hay mujeres en este mundo que por circunstancias distintas, son madres son serlo bilógicamente, hijas, nietas, sobrinas, primas… que con valor han tomado la decisión de formar un hogar.

 En lugares donde hay guerras, hijas que se quedaron huérfanas, mujeres que ven por sus padres ya ancianos, mujeres que entregan cariño a niños desposeídos…

Para ellas, mi entera gratitud.

Mi felicitación por demostrar amor maternal a quien lo necesitaba.

Enfermeras que toman la mano del paciente solitario.

También reconozco a las mujeres que han tomado la decisión de no ser madres; porque ellas reconocen la enorme dificultad y la entrega que amerita sea cual sea su circunstancia.

Desconozco qué me tenga deparado el destino, si seré madre biológica o no, pero en tanto sé que cuidé de un pequeño hermano en pañales, me angustié de las altas horas de la noche en que llegaba mi hermana, cuidar abuelitas enfermas, en silla de ruedas cambiar pañales, luchar con el presupuesto, decorar para navidad, poner altar de muertos todo ello para el legado de la tradición, cocinar el pavo, forrar libros para la escuela, ayudar a las maquetas escolares, lavar ropa, zurcir botones, llevar el perro al veterinario, ser profesional, ser maestra, ser periodista…

Todo aquello, es justo reconocerlo también,  con el apoyo de mi hermana Orianna, mi hermano Mario y mi padre; y de personas que me aman y siempre me han tendido la mano.

Sí… hoy formo una familia, soy la mamá sin serlo.

¡FELICIDADES A TODAS LAS MAMÁS QUE SON SIN SERLO!

 

@lagazetatv

@lavaronita

lavaronita@hotmail.com

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www.lavaronita.blogspot.com

 

 

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