Hagamos un ejercicio: Imagina un mundo donde no puedes decidir, ni siquiera opinar, sobre tus hijos, pues no son “tuyos”, legalmente son de su padre; donde pueden ponerlos en adopción sin preguntarte si quiera; donde tener hijos es una obligación y no una elección, donde trabajas, pero nada del dinero es tuyo; donde puedes ser acosada, golpeada y violada de forma legal y no debes defenderte pues “eres mujer”, es decir eres un objeto, solo una propiedad de algún hombre sea…
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